Miles de libaneses piden justicia en el puerto de Beirut para las víctimas de la explosión

Familiares de víctimas de la explosión, en una ceremonia multiconfesional, el miércoles en el puerto de Beirut.
Familiares de víctimas de la explosión, en una ceremonia multiconfesional, el miércoles en el puerto de Beirut.ANWAR AMRO / AFP

Miles de libaneses se concentraron el miércoles al atardecer en el puerto de Beirut, cuando se cumplía un año de la devastadora explosión que causó más de 200 muertos y cerca de 7.000 heridos. Las imágenes de los canales internacionales de televisión mostraron a los familiares de las víctimas abrazados a sus fotografías mientras reclamaban justicia en su memoria. Rodeados de una multitud, participaron en una ceremonia religiosa ecuménica en la misma zona portuaria, que aún exhibe las cicatrices dejadas por el estallido de cientos de toneladas de nitrato de amonio almacenadas en condiciones inseguras durante años.

Mientras se celebraba el acto interconfesional, las fuerzas de seguridad respondieron con el lanzamiento de granadas de gases lacrimógenos y de chorros de agua a presión contra manifestantes que les habían arrojado piedras, informa la agencia Reuters. Una gran pancarta desplegada en el puerto rezaba así: “Somos rehenes de un Estado asesino”. También se produjeron enfrentamientos, en los que se escucharon varios disparos al aire, entre miembros de partidos rivales en torno al Parlamento, en el cercano distrito de Gemmayze. Al menos ocho personas tuvieron que ser hospitalizadas.

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Un año después de la catástrofe, ningún responsable oficial ha sido aún inculpado en la investigación judicial abierta, que se ha estancado en medio de una grave crisis económica y política en Líbano. Muchos de los altos cargos citados por la justicia se niegan a renunciar a la inmunidad que les otorga la ley.

La explosión del nitrato de amonio, utilizado para fertilizantes y explosivos, produjo una onda expansiva que golpeó a más de 75.000 viviendas, desplazó de sus hogares a 300.000 beirutíes, y causó daños estimados en hasta 5.000 millones de euros. En un informe presentado el martes, Lama Fakih, directora de crisis y conflictos de Human Rights Watch, aseguró que “las pruebas recabadas muestran de forma manifiesta que [el estallido] se debió a acciones y omisiones de altos cargos libaneses que no informaron del peligro existente”.

El patriarca cristiano maronita, Bechara Boutros Rai, dijo en el curso de la ceremonia ecuménica que “no solo las familias de las víctimas demandan justicia, sino que son todos los libaneses los que exigen saber quiénes fueron los responsables”, informa Reuters. “Queremos saber quién trajo las sustancias explosivas, quien permitió su descarga y dónde iban destinadas”, reclamó el cardenal Rai ante la multitud.

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El nitrato de amonio fue traído hasta el puerto de Beirut en 2013 a bordo de un barco ruso, que descargó más de 2.700 toneladas, aunque en el momento de la explosión se estima que estaban almacenadas unas 550 toneladas, sin que hasta ahora se sepa quién fue el importador y dónde fue a parar el resto de la carga.

Conferencia de donantes encabezada por Macron

El presidente francés, Emmanuel Macron, que encabezó una conferencia virtual de donantes, afirmó que “la crisis que vive Líbano no es un golpe del destino ni una fatalidad”, informa Silvia Ayuso. El mandatario se dirigía al presidente libanés, Michel Aoun, invitado a la conferencia. “Es fruto de quiebras individuales y colectivas, y de fallos injustificables. Y toda la clase política libanesa, toda, no ha cesado de agravarla, anteponiendo sus intereses individuales a los del pueblo libanés (…) creo que es un error histórico y moral”, advirtió. Macron ofreció 100 millones de euros en ayuda de emergencia para el pueblo libanés y 500.000 dosis de vacunas contra la covid-19.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también se comprometió a que su país aporte otros 100 millones de dólares (cerca de 85 millones de euros), en el marco del programa de necesidades urgentes para Líbano, evaluado por la ONU en 350 millones de euros. Desde Roma, el papa Francisco envió un mensaje a la conferencia para que las contribuciones de los países ayuden a Líbano a “entrar en la senda de la resurrección”.

La designación del suní Nayib Mikati, un multimillonario que ya ejerció como primer ministro, ha abierto desde hace una semana una vía de escape para que Líbano se aleje del actual torbellino de desgobierno. Todos los intentos para formar un Ejecutivo se han estrellado en el último año contra las disputas sectarias entre sus 18 comunidades étnicas y religiosas, mientras la economía su hunde aceleradamente en la bancarrota.

Israel ataca Líbano tras el lanzamiento de cohetes

El disparo de tres cohetes desde Líbano, dos de los cuales cayeron el miércoles sobre territorio de Israel, llevó al Ejército israelí a responder con tres andanadas sucesivas de artillería, en uno de los enfrentamientos armados más graves registrados en los últimos meses. El incidente se produce en el marco de una creciente escalada de tensión entre Irán e Israel, tras el ataque que se produjo en aguas del golfo de Omán la semana pasada contra un petrolero operado por una compañía israelí y en el que murieron dos tripulantes.

Los proyectiles no causaron daños personales, ya que impactaron en zonas deshabitadas en los alrededores de Quiryat Shmona, ciudad situada cerca de la frontera, aunque provocaron un pequeño incendio forestal. Ningún grupo armado libanés se atribuyó el disparo de los cohetes, aunque fuentes castrenses citadas por la prensa hebrea lo consideran obra de milicias palestinas instaladas desde hace décadas en Líbano. El 20 de julio ya se produjo otro lanzamiento de cohetes desde Líbano que fue replicado con sucesivas andanadas de artillería.

Esa zona se halla bajo el control de la guerrilla chií de Hezbolá, aliada de Irán. La Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL), desplegada en la conflictiva frontera, urgió a ambas partes a ejercer máxima contención y evitar una escalada en el simbólico aniversario de la explosión en Beirut, según un comunicado citado por Reuters.

Al otro lado de la Línea Azul, España tiene desplegados más de 600 soldados junto a la frontera israelí dentro de la fuerza de interposición de Naciones Unidas, en el área de Marjayún. Se trata del contingente militar español más numeroso en el exterior. El 28 de enero de 2015, un proyectil de artillería disparado por una batería israelí durante un enfrentamiento con Hezbolá segó la vida del cabo español Javier Soria Toledo. Su familia recibió una indemnización de 200.000 euros del Estado de Israel.

Israel y Hezbolá se enfrentaron en una guerra abierta en Líbano en el verano de 2006. Seis años antes, el Ejército israelí se retiró del sur de Líbano, que había mantenido bajo su control desde 1982. Israel vigila en el norte la que considera una de sus principales amenazas: el arsenal de decenas de miles de cohetes de Hezbolá, punta de lanza de Irán en la misma raya fronteriza. Tras haber desmantelado en los últimos años una red de túneles excavados por la milicia chií bajo la línea divisoria, Israel teme un nuevo enfrentamiento con un diluvio de proyectiles.

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