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Milik, con un ‘hat-trick’, sella el pase del Nápoles a octavos

Con un estelar Milik, autor de un ‘hat-trick’ en la primera parte, el Nápoles hizo los deberes derrotando claramente (4-0) en San Paolo al Genk, que ya no se jugaba nada. Los de Ancelotti se aseguraron así el pase, como segundos de grupo, a los octavos de final de la Champions sin tener que depender de lo que pasara en Salzburg, donde el Liverpool no falló.




El conjunto napolitano, que en la Serie A encadena siete jornadas sin ganar, encarriló las cosas muy pronto y lo hizo gracias al error garrafal del joven portero Maarten Vandevoordt, que a los 17 años y 9 meses se convirtió en el guardameta más joven en jugar un partido de la máxima competición continental, superando a Mile Svilar, del Benfica, y a Iker Casillas. Milik no desaprovechó el regalo del portero belga en un mal control de balón con el pie, fruto también de una buena presión, y abrió la lata (3’). Antes, en el primer minuto, Koulibaly había rematado al larguero en la salida de un córner.

Tímidamente reaccionó el Genk, que después de una pérdida del Nápoles en el medio del campo, estuvo cerca de empatar mediante Onuachu, que chutó fuera en un mano a mano con Meret. Sorprendido, el Nápoles puso una marcha más y fue ya muy superior al equipo belga, que demostró porque solo ha sumado un punto en esta fase de grupos de la Champions. Pasado el ecuador de la primera parte, los de Ancelotti ampliaron distancias. De nuevo, con un gol de Milik (26’), rematando a bocajarro dentro del área un preciso centro desde la derecha de Di Lorenzo. A diez minutos del descanso llegó el tercero. Vandevoort, muy nervioso todo el partido, cometió un claro penalti sobre Callejón y Milik, que no había marcado en esta Champions, no perdonó desde los once metros, sumando su primer ‘hat-trick’ con el Nápoles y su octavo gol esta temporada.

Segunda parte de trámite

Con la faena hecha, el Nápoles controló el choque después del descanso, aunque siguió buscando la portería contraria contra un débil Genk, que bastante hizo con intentar frenar un poco a los de Ancelotti. Pero los errores en el conjunto belga, tanto en ataque, donde desaprovecharon una muy buena ocasión para hacer el gol del honor, como en defensa, siguieron. Faltando un cuarto de hora para el final, Çakir pitó un nuevo penalti, por unas manos de De Norre, y esta vez fue Mertens quien transformó la pena máxima (74’). Poco después, Ancelotti quiso premiar la gran actuación de Milik, que fue sustituído, recibiendo la ovación de San Paolo, que esta temporada, sí podrá disfrutar de los octavos de final de la Champions, el próximo mes de febrero.

4- Nápoles: Meret; Di Lorenzo, Manolas, Koulibay, Mario Rui; Callejón (Llorente, 79’), Allan, Fabián, Zielinski (Gaetano, 72’); Mertens y Milik (Lozano, 78’).

0- Genk: Vandevoordt; Maehle, Dewaest, Lucumí, De Norre (Neto, 82’); Berge, Hrosovsky, Ito (Hagi, 72’); Paintsil, Samatta (Bongonda, 63’) y Onuachu.

Goles: 1-0, Milik (3’); 2-0, Milik (26’); 3-0, Milik, de penalti (38’); 4-0, Mertens, de penalti (74’).

Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Tarjetas amarillas a Vandevoordt (36’), De Norre (74’), Mario Rui (80’).

Estadio: 22.265 espectadores en San Paolo.



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