Mina Bonino, pareja de Fede Valverde, en medio de la polémica

El puñetazo de Fede Valverde a Alex Baena en el aparcamiento del Estadio Santiago Bernabéu sigue dando mucho que hablar, según adelantó El Chiringuito y pudo confirmar Marca. Después de este acto violento, el futbolista del Villareal denunció al centrocampista del Real Madrid. Además, Baena ha negado haber hecho mofa de los graves problemas de salud que tenía el segundo hijo del uruguayo y su pareja, Mina Bonino. Ahora, Bonino ha roto su silencio y ha respondido con contundencia al comunicado de Baena.

A través de un hilo de Twitter, la periodista deportiva argentina ha lamentado que se traspasen los límites de temas que «no deben cruzarse» porque «no todo vale en el fútbol ni en la vida». «Imagínate que cuando tienes 14 semanas de embarazo te dicen que tu hijo no va a nacer, que viene con una trisomía incompatible con la vida, que puedes tomar la opción de interrumpir el embarazo o esperar las pruebas invasivas donde los resultados tardan más de un mes…», ha comenzado relatando con gran dolor.

«Imagina que te preparen para explicarte que vas a parir un hijo muerto, que la recuperación es rápida y que en dos o tres meses puedes volverlo a intentar. Imagínate que mientras tanto, las redes sociales me dan el pésame porque se rumorea que perdí un embarazo, donde aún ni yo sabía», ha añadido. Mina ha explicado que desde principios de enero hasta el 10 de febrero no llegaron los resultados y que tuvo que estar en la cama todos los días «gestando un bebé que no sé si va a poder nacer (…) Imagínate mi cabeza y lo que tuve que soportar», ha proseguido en su relato.

Mina ha recriminado a aquellos que le acusan de haberse aprovechado de una desgracia. «Me parte el corazón y es verdad. Las palabras duelen más que cualquier golpe y no estoy preparada para revivir todo esto de nuevo», ha continuado. «Nosotros jamás incitamos a la violencia en ningún momento. Lamento que se hayan recibido amenazas, las cuales yo también, pero está fuera del alcance de mis manos. Nunca conté en profundidad lo mal que lo había pasado esos dos meses de incertidumbre», ha explicado la comunicadora, que también ha asegurado que se quiere quedar callada porque no quiere darle más vueltas al tema.

«Hay un Dios que todo lo ve, que sabe la realidad y estamos tranquilos, pero están abriendo una herida que ni siquiera está cerrada porque hasta que no nazca el bebé no voy a tener paz mental. Hay límites que no deben cruzarse, no todo vale en el fútbol. No todo vale en la vida. Hay límites. Y el límite llega hasta el dolor directo que pueda ocasionar alguien. Y no soy vocera de nadie. Transmito mi dolor y si hay alguien que hoy no sale a hablar es porque no quiere revivir de nuevo lo que pasó, y, por el contrario, desea terminar con esto cuanto antes», ha finalizado.




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