Ministro Sergio Moro niega haber orientado pesquisas contra Lula, pese a mensajes

Ministro Sergio Moro niega haber orientado pesquisas contra Lula, pese a mensajes

“Es algo normal” que los jueces “conversen con procuradores, con abogados, con policías”, consideró.

El ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, negó este lunes haber orientado las investigaciones de los fiscales de la fuerza de tarea en la Operación Lava Jato, que llevó a prisión al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, tras la difusión de mensajes con el procurador Deltan Dallagnol.

Moro, quien fue el juez que condenó a Lula, habría mantenido durante dos años una colaboración prohibida con el procurador Dallagnol, encargado de la Operación Lava Jato, para llevar a prisión al expresidente Lula, reveló el domingo el portal Intercept Brasil.

La Constitución brasileña prohíbe que en el sistema acusatorio penal haya injerencia entre las figuras del acusador y del juez para garantizar el debido proceso, pero según las revelaciones Moro orientó el trabajo del Ministerio Público y actuó como auxiliar de la acusación, indicó el Portal Vermelho.

El ministro, quien participó este lunes en la ciudad amazónica de Manaus en una reunión de autoridades de justicia, rechazó los señalamientos de que guió las investigaciones del Ministerio Público Federal para obtener la condena de algunos de los acusados en la operación anticorrupción.

“No hay ninguna orientación ahí en los mensajes”, dijo Moro, y agregó: “lo que hay ahí es una invasión criminal a los celulares de procuradores, lo que para mí es un hecho bastante grave. Invasión y divulgación (de las conversaciones)”, informó la Agencia Brasil.

“En cuanto al contenido, en lo que respecta a mi persona, no vi nada de malo“, agregó Moro, quien era juez federal en Curitiba y fue responsable de juzgar al expresidente Lula.

“No puedo decir que (los mensajes) sean auténticos, porque son cosas que acontecieron, si es que acontecieron, hace años. Ya no tengo esos mensajes, pues no los guardo. No tengo registro de eso”, agregó Moro, quien sostuvo que “es algo normal” que los jueces “conversen con procuradores, con abogados, con policías”.

El vicepresidente Hamilton Mourão avaló este lunes también al ministro Moro, al señalar que no ve “nada de malo” en las conversaciones atribuidas al exjuez, y añadió que los procesos del Lava Jato no deben ser cuestionados, pues “todos pasaron por primera y segunda, y algunos ya llegaron a tercera instancia”.

Sin negar tampoco la autenticidad de los textos, Mourão cuestionó que las “conversaciones privadas” estén descontextualizadas, y advirtió que Moro es una persona “de la más elevada confianza del presidente (Jair Bolsonaro)” y “tiene el respecto de gran parte de la población“.

El portal Intercept publicó el domingo tres reportajes a partir del intercambio de mensajes entre Moro y Dallagnol, que revela discusiones internas y “actitudes altamente controvertidas, politizadas y legalmente dudosas de la fuerza de tarea” de la operación Lava Jato.

La víspera, la defensa de Lula consideró que las revelaciones de Intercept comprueban que “en la Operación Lava Jato hubo una actuación combinada entre los fiscales y el exjuez Sérgio Moro con el objetivo preestablecido y con clara motivación política, de procesar, condenar y retirar la libertad del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva“.

“La actuación concertada de los fiscales y del exjuez de la causa, con objetivos políticos, sujetó a Lula y su familia a las más diversas arbitrariedades”, agregó la defensa, al indicar que ahora “nadie puede tener duda de que los procesos contra el expresidente Lula están corrompidos”.

Por ello, los abogados consideraron que “el restablecimiento de la libertad plena de Lula es urgente, así como el reconocimiento más pleno y cabal de que él no practicó ningún crimen” y que es víctima de “la manipulación de las leyes y de los procedimientos jurídicos para fines de persecución política”.

Según los documentos, Dallagnol incluso dudaba de las pruebas contra Lula sobre el supuesto soborno de la empresa OAS, que habría dado un departamento triplex en la playa de Guarujá al entonces mandatario a cambio de contratos con la petrolera estatal Petrobras, pero fue presionado por Moro.

Asimismo, los reportajes apuntarían que los fiscales de Lava Jato tramaron en secreto para impedir que el expresidente Lula diera entrevistas antes de las elecciones presidenciales de 2018, “con el objetivo explícito” de afectar al Partido de los Trabajadores (PT), apuntó la Red Brasil Actual.

Los reportajes fueron “producidos a partir de archivos enormes e inéditos, que incluyen mensajes privados, grabaciones en audio, videos, fotos, documentos judiciales y otros artículos, por una fuente anónima”, que “revelan comportamientos antiéticos y transgresiones”, dijeron los editores de Intercept.

Las conversaciones privadas, indicó el reporte, apuntan que Moro dio “consejos estratégicos y pistas informales de investigación, anticipó al menos una decisión, criticó y sugirió recursos al Ministerio Público”, e incluso reprendió a Dallagnol, como si fuera superior jerárquico de la fiscalía y la Policía Federal.

Por ejemplo, luego que la fuerza de tarea estuvo un mes sin actuar, Moro preguntó a Dallagnol: “¿no es mucho tiempo sin operación?”, reprendió a los agentes: “no pueden cometer ese tipo de error ahora”, y sugirió una fuente, que “aparentemente … estaría dispuesta a proporcionar la información”.

La revelación confirma las acusaciones de que Moro y Dallagnol operaron en conjunto en la Operación Lava Jato, abierta en 2013 y que se centró en autoridades del entonces gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y en el expresidente Lula, algo que el ahora ministro de Justicia negó varias veces.

La defensa del exmandatario alegó la parcialidad de Moro, pero la propia Fiscalía General de la República sostuvo que “se mantuvo imparcial durante toda la marcha procesal”, por lo que declaró “inviable” el pedido para declarar la “nulidad de todos los actos practicados en el curso de la acción penal procesada y juzgada por el Juicio Criminal Federal de Curitiba”. (Ntmx)




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