Aunque la práctica generacional de guardar comida en envases de helado o yogurt pareciera inofensiva, expertos coinciden en que la ciudadanía debe tener precaución al momento de reutilizar estos recipientes.
Según el doctor en Bioquímica, Zabdi González, el simple lavado del envase puede alterar las sustancias contenidas en el mismo.
“El contacto con agua caliente o el contacto con agua con jabón, puede comenzar este proceso de desprendimiento de sustancias que se ha visto que podrían estar relacionadas con afecciones en el desarrollo neuronal e incluso de fertilidad o con enfermedades con el asma”, detalló.
Por su parte, el procurador del consumidor en México, Ricardo Sheffield, explicó que los envases que tengan “el triangulito de reciclaje con el número dos, cuatro o cinco” son los que se pueden reutilizar para calentar alimentos.
Los plásticos número dos se utilizan, por lo general, para almacenar lácteos y productos de higiene personal.
Las bolsas resistentes de basura, resellables para comida y envases de detergentes están catalogados como plásticos número cuatro.
Mientras, el número cinco se utiliza para almacenar margarina y embutidos. Algunas bandejas de comida también están hechas de este material.
Sin embargo, el funcionario advirtió que “el recipiente que utilice para carne cruda jamás lo debe a reusar porque son muy diferentes las bacterias que pueden lograr contaminar la carne cruda que es la que puede contaminar los alimentos ya procesados”.
Es por esto que los expertos recomiendan, en su mayoría, utilizar recipientes de cristal para almacenar comida.
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