Inglaterra venía a ser hace algunos años un paraíso terrenal para los entrenadores. La seriedad imperaba en la Premier a nivel de banquillos. Allí lo normal era que los místers durasen muchos años al frente de sus respectivos equipos. Ahora, en cambio…
Recuerdo la obsesión de
José María Arrate
, presidente entonces del Athletic, por dar con lo que el llamaba ‘el niño Jesús’ para el banquillo de San Mamés. En Bilbao, mientras tanto, se apelaba al periplo de
Sir Alex Ferguson
en el Manchester United como modelo a seguir. La continuidad del míster en el cargo, visto lo visto, era en aquella época un valor al alza.
Ahora, no. Ahora hasta en Inglaterra han empezado a emular los malos modelos procedentes del fútbol español, italiano y algunos otros más.
Pochettino
, que la pasada campaña a punto estuvo de hacer campeón de la Champions al Tottenham, acaba de ser destituido.
Mourinho
, un técnico cuya carrera ha ido de más a menos con el paso del tiempo, ocupa la plaza vacante desde la fulminación de su colega argentino.
Este fin de semana asistiremos a dos derbis con cuatro de estos entrenadores vascos en el banquillo. Arrasate y Garitano echarán un pulso en El Sadar y Mendilibar y el otro Garitano en Ipurua
El fútbol vasco, mientras tanto, empieza a ser una especie de oasis en medio del desierto a nivel de banquillos.
Gaizka Garitano
en el Athletic,
Imanol en la Real,
Asier
Garitano
en el Alavés,
Mendilibar
en el Eibar y
Jagoba Arrasate
en Osasuna. Cinco técnicos ‘de la casa’ a los que vienen a sumarse
Valverde
en el Barça e incluso
Lopetegui
en el Sevilla. Así da gusto.
Este fin de semana asistiremos a dos derbis con cuatro de estos entrenadores vascos en el banquillo. Arrasate y Garitano echarán un pulso en El Sadar y Mendilibar y el otro Garitano en Ipurua. Más allá de su condición como técnicos conviene detenerse y valorar en su justa medida la sencillez y normalidad de estos cuatro profesionales y al menos otros dos de sus otros tres compañeros antes citados. El fútbol es más sencillo de lo que parece.
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