Kaoru Mitoma es un futbolista diferente al resto. Lo es por sus particularidades como jugador y lo es por la historia que esconde en cuanto a que, en su día, rechazó un contrato profesional para poder realizar una tesis universitaria. Sucedió hace casi una década, cuando un Mitoma de 16 años (tiene ahora 25) dijo ‘no’ a una oferta del Kawasaki Frontale, de la Primera división japonesa, arriesgándose por ello a que ese tren fuese uno de los que pasa solo una vez en la vida.
El joven Kaoru se matriculó en Educación Física en la Universidad de Tsukuba y, a pesar de que lo del fútbol no se le daba nada mal, apostó por centrar todos sus esfuerzos en su vida académica. No obstante, ni mucho menos perdió de vista al balón, porque acabó realizando una tesis sobre el arte del regate como vehículo para superar a los adversarios. “Era habilidoso, pero no aprovechaba mi velocidad como ahora. El poder de mi regate se duplicó”, manifestó recientemente el propio Mitoma incidiendo en que su investigación le ha ayudado para ser mejor jugador.
¿Y cómo llegó a ser futbolista profesional? Pues fue en la temporada 2020/21, cuando el Kawasaki Frontale volvió a llamar a su puerta una vez había terminado sus estudios universitarios. El resto es historia. De la liga japonesa a la Premier League, previo paso por Bélgica en el Union Saint Gilloise, y con el Brighton, que es uno de los equipos que mejor detecta el talento en mercados poco conocidos. Mitoma, el chico que en su día antepuso sus estudios a un contrato profesional, hoy es un futbolista de primer nivel que no tiene techo.