Luka Modric se encuentra como una rosa. El veterano centrocampista croata del Real Madrid está realizando esta temporada, a sus 36 años, una auténtica exhibición de fuerza y fútbol que le convierte un curso más en una pieza fundamental del equipo de Carlo Ancelotti.
El genio de Zadar, que cumplirá 37 años en septiembre, se ha ganado con creces seguir otra campaña más en el club merengue, al que llegó en 2012 procedente del Tottenham en un traspaso de 35 millones de euros, que, a la vista de las desorbitadas cifras que se manejan actualmente con otros cracks mundiales, es ‘peccata minuta’.
Modric contagia a sus compañeros con su permanente derroche físico. Está en plenitud, cuando otros jugadores de su ‘quinta’ ya están retirados o en su ocaso futbolístico. El internacional croata tiene energía suficiente para echarse el equipo a sus espaldas cuando pintan bastos, como sucedió en los recientes partidos de vuelta de esta Champions ante PSG y Chelsea en el Bernabéu.
Su permanente hambre de ganar y su privilegiado físico le mantienen en un nivel excelso, clave para que el Real Madrid esté a punto de cantar el alirón en LaLiga y para que cada vez cobre más fuerza el sueño del madridismo de conquistar la 14ª Copa de Europa de su historia.
Modric, capaz de ganar el Balón de Oro en 2018 acabando con la hegemonía protagonizada por Cristiano Ronaldo y Messi, sigue en plena forma a sus 36 años y parece que aún le queda cuerda para rato. Esta temporada es el séptimo jugador del Madrid con más minutos en sus piernas (2.964) tras Courtois, Militao, Alaba, Vinicius, Casemiro y Benzema. Ha jugado 38 partidos entre Liga, Champions, Copa del Rey y Supercopa de España.
Con la camiseta merengue, el croata ha disputado un total de 429 partidos oficiales, de los que 367 ha sido como titular (85,5%), y acumula un total de 32.412 minutos Un dato que refleja a las claras su condición de indispensable e indiscutible en un Real Madrid que en breve le premiará renovándole otra temporada más. De esta manera el matrimonio se extendería hasta el 30 de junio del 2023.
El gran deseo de Modric, que posee un currículum extraordinario, es retirarse de blanco. El madridismo espera que sea lo más tarde posible para seguir disfrutando de fútbol de quilates de su ‘Lukita’, que sigue asombrando a propios y extraños. Verle jugar sobre un terreno de juego, sin duda, es una gozada para todo aficionado al fútbol.