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Mollejo, el merecido gran final tras un año complicado

Mollejo, el merecido gran final tras un año complicado

El Atlético de Madrid ha tenido un buen número de futbolistas cedidos en diversos puntos de nuestro país o el extranjero. La mayoría de ellos ha hecho un gran trabajo, muchos de ellos han tenido una buena temporada, un paso más en su crecimiento.

Incluso teniendo que superar adversidades a lo largo del año deportivo. Es el caso de Víctor Mollejo, uno de los canteranos más destacados del Atlético, que ya lleva un buen número de cesiones en los últimos cursos. La de la recién concluida campaña, en el Real Zaragoza. Y no fue una temporada fácil para él, pero ha acabado de la mejor de las maneras.

Recordemos que el jugador de Alcázar de San Juán tuvo una complicada lesión a mitad de temporada. A principios de febrero, el futbolista se lesionó de gravedad ante el Andorra. “Una fractura bimaleolar no desplazada en su tobillo izquierdo”, que le tuvo en el dique seco hasta este mismo final del curso, varios meses fuera de la circulación.

Meses de recuperación en solitario, teniendo que regresar al Atlético para hacerlo en partes de ese proceso, pero que se cerraron con el mejor de los desenlaces posibles.

Víctor Mollejo, futbolista del Atlético de Madrid cedido en el Real Zaragoza.

Real Zaragoza

Mollejo reaparecía el pasado 15 de mayo, tres meses y ocho días después de su lesión. Lo hacía ante el Cartagena, con unos 21 minutos de toma contacto que se convirtieron en 68 en el siguiente partido, ya como titular, ante el Ibiza. Para finalmente acabar con otra titularidad, ante el Tenerife, equipo al que marcó. Primer gol del canterano rojiblanco desde que el pasado 14 de enero le marcase al Villarreal B.

UN GOL DE LISTO

Un tanto curioso, porque se dio ante su exequipo, estuvo cedido en su día en el Tenerife, y porque ilustra lo que es este jugador, inteligencia y mordiente. El delantero aprovechó un mal pase del portero del cuadro canario para poner el pie y embolsar la pelota en la portería. Un gol que no quiso celebrar porque era ante un equipo que en su día había defendido. Eso sí, tuvo el detalle de consolar con una palmada a Soriano, meta del Tenerife, por su error.

Y posteriormente irse a por el gran protagonista de la noche, Zapater, el eterno capitán zaragocista, que se despedía del fútbol. Mollejo se iba hacia él para dedicárselo.

Fin a una temporada complicada para el canterano rojiblanco, con 1.681 minutos en 29 partidos, con tres goles y dos asistencias. En total 20 partidos como titular. Ahora, queda por dilucidar el futuro del jugador, que tiene contrato con el Atlético hasta 2024. Es decir, que en este próximo curso iniciará su último año como rojiblanco, salvo renovación. El Zaragoza quiere seguir contando con él, aunque hay otras propuestas sobre la mesa de equipos de Segunda.




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