Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, director deportivo del Sevilla, destacó la responsabilidad de su cargo en el club hispalense y la necesidad de la planificación y del trabajo para lograr el éxito.
Monchi, uno de los hombres más reputados en el fútbol internacional en el área de la dirección deportiva, subrayó la necesidad de evitar la improvisación y de soportar la presión a alto nivel, en el transcurso del congreso AK Coaches World.
Cuando he improvisado, me he equivocado. Y por eso hay que dividir el trabajo”, destacó Monchi que inició su carrera en los despachos en el Sevilla y después fue contratado por el Roma para regresar de nuevo al club hispalense.
“El uso de planificación ha perdido sentido. Para mí es evitar la improvisación, marcar la hoja de ruta y dividir el trabajo. Si no eres capaz de soportar y convivir con la presión, tomas decisiones que no tienen nada que ver con tu ruta”, explicó Monchi que puso un ejemplo para reforzar su argumentación.
“Un ejemplo de hace muchos años: en el 2005, en el último día de mercado, el Real Madrid se llevó a Sergio Ramos y no había planificado bien. No tenía un recambio para él. El director general me habló de un serbio, miré la reunión que tuve con el agente, Pedja Mijatovic, era Ivan Dragutinovic. Mis amigos de Bélgica me dieron el ok, fue un éxito, jugó siete años y ganó seis títulos. Pude pensar que no era tan complicado, pero lo era. Acerté por suerte, podía salir cara o cruz”, dijo.
Para Monchi el director deportivo tiene que estar en lo más alto del organigrama de una entidad. “Porque gestiona el activo más importante: la primera plantilla y la cantera. Es la principal parte del presupuesto. El 70 u 80% del gasto del primer equipo es para la plantilla. Creo que el director deportivo tiene futuro, por ejemplo, en Inglaterra. Al principio no era algo muy afín, pero gracias a Txiki Beguiristain en el Manchester City, o Victor Orta en el Leeds, ahora tienen esa figura. Es un puesto estratégico”, destacó.
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