El
Atlético de Madrid
se llevó la primera prueba de la pretemporada en el amistoso que disputó ante el Numancia, en El Burgo de Osma. Un amistoso tan extraño en el que apenas jugaron futbolista del primer equipo.
En ese contexto no puede extrañar que, en la segunda mitad, ya con muchísimos cambios, el brazalete fuera para un jugador que apenas tiene 22 años. Nos referimos a Francisco Javier Montero. El sevillano, que ya sabe lo que es debutar con el primer equipo del Atlético, volvió a vestir la rojiblanca más de dos años después de la última vez.
Su último partido fue ante el Levante, en la temporada 18/19. Aquel curso fue importante para él porque en medio de una epidemia de lesiones de los centrales tuvo que debutar y dar el callo en una temporada complicada. Acabó jugando 707 minutos, en 14 partidos, siete de ellos como titular.
Tras dos temporadas de cesión, una de ellas en el Deportivo de La Coruña y otra más en el Besiktas, el andaluz está a la espera de saber qué será de él en el curso que se avecina.
DOS TÍTULOS EN TURQUÍA
En la pasada campaña fue uno de los jugadores que ayudó al Besiktas a ganar el título de Liga y el de Copa. Acabó jugando 17 partidos en Turquía, un total de 1.243 minutos. El jugador sonó en este mercado para irse al Nápoles, pero de momento sigue en el equipo rojiblanco. El cuerpo técnico se está planteando la necesidad de contar con cinco centrales el curso que se avecina porque si finalmente echa mano de un 5-3-2, necesitará un efectivo más en esa demarcación.
Si se aclarase el tema de los pasaportes podría ser Nehuén. Si no, el andaluz tendría alguna opción de quedarse. En cualquier caso, la posibilidad de salir cedido una campaña más es también muy probable.
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