La grada se levantó y empezó a chillar. Esta vez era de alegría. Nada de tristeza y pena. Monza era un clamor, aplaudiendo sin parar, con las manos ya del mismo color que su corazón. Rojo Ferrari. Se quedaban sin voz al alentar a sus hombres. Charles Leclerc, poleman en el GP de Italia de F1 y Carlos Sainz, que saldrá 18º (por penalización) tras pelear por la pole y ser 3º en la tabla de tiempos por falta de un rebufo al final.
Muy mal lo tenía que hacer Charles para no lograr la porque todos sus rivales de arriba y su compañero Sainz tenían penalización de puestos en parrilla por cambios de elementos de motor. Y Max, 5 puestos de penalización. Daba igual que fuera lo esperado. Quería que además fuera justa y la consiguió sobre la bocina en su último giro al superar a Verstappen (2º) y un Sainz (3º) que había dominado hasta ese intento final. “Gracias. Mañana lucharé para que la victoria se quede en casa”, decía a su afición Leclerc. Despertó ilusión cuando parecía que Verstappen también era más veloz a un giro este fin de semana.
Una pole que da fe e ilusión a los italianos
Pese a ello, Verstappen sigue siendo el favorito este domingo saliendo desde la 7ª posición (fue 2º pero tenía 5 puestos de penalización). Ferrari necesitaba tener algo que celebrar para mostrar con orgullo el escudo que lucen en el pecho. Todos saben que Max llegará este domingo a Leclerc, pero nadie sabe si Charles podrá defenderse.
A priori, Max lo tiene todo en su mano para ganar. Eso es lo que dice la razón. Pero esto no va de matemáticas, ni datos, ni ritmos. Va de pasión, sentimiento y corazón. Mucho corazón. No dejar de creer nunca, por muy mal que pinte. Esa es la filosofía de los tifosi. Muchos en Monza soñaron viviendo el presente, ya que pensar en mañana les podía quitar la ilusión. Los tifosi celebraron la alegría como si de un triunfo se tratara, un ‘aquí estamos y no nos rendimos’ en toda regla por si este domingo sucede lo que todos creen que pasará. Se le llama vivir el momento. ‘Carpe Diem’. Y mañana será otro día. No es de extrañar que antes de la Q3 sonara el famoso ‘Nessun Dorma por la megafonía de Monza. “En tu fría habitación, miras las estrellas, que tiemblan de amor y esperanza”, dice esta canción. “¡Vincerò!”, cantaba la afición. Y eso creen.
Verstappen, más ritmo de carrera
Verstappen voló en ritmo de carrera en los Libres. Es más rápido con todas las gomas. Tiene un cohete con ingenieros y mecánicos dignos de la NASA, mientras que el Ferrari no es más que un buen coche con un equipo con mucho que mejorar. Armas muy dispares que pueden decantar la balanza este domingo a favor del líder del Mundial, que con 10 triunfos en 15 carreras, tras ganar cuatro de las últimas cuatro citas, buscará el repóker para acercarse aún más a un Mundial que tiene toda la pinta que podrá conseguir en breve.
Pero queda la duda de que quizás Ferrari, consciente de que ganando aquí salva su temporada, haya apostado por arriesgarse y poner toda la potencia en su motor aunque ello pueda perjudicar la fiabilidad de su propulsor.
Ferrari luchará para evitar que Max siga su fiesta en el ‘Templo de la Velocidad, intentando aprovechar cualquier oportunidad que le de la carrera, sacando su orgullo ante los fans y contagiándose de la fe que tanto caracteriza a los tifosi. Siempre creen que es posible. Pero la batalla entre Ferrari y Max es la de un enano contra un gigante. Algo extraño debe pasar en carrera para que los italianos puedan vencer. Pero en Monza no se puede dar nada por sentado. Eso es lo que mantiene viva la esperanza. Nadie iba a decir que el pasado año Ricciardo se iba a llevar el triunfo con doblete de McLaren tras ver como Verstappen se subía al coche de Hamilton. Tampoco el triunfo de Gasly en 2020 ante el entonces McLaren de Sainz. En Monza pueden pasar cosas y un ‘Safety’ puede ponerle picante a la pelea.
Sainz brilla y va a por la remontada
Carlos Sainz arrancará desde el fondo de la parrilla por cambio de motor. Pero de momento, se encargó de recordarle a los aficionados italianos algo que a veces parecen olvidar: no solo Leclerc puede ser campeón algún día. Carlos quiere ir a por ello y está ahora mismo rindiendo a un nivel muy parejo al monegasco. Lo demostró en una clasificación perfecta. Se quedó en Q1 a 68 milésimas del mejor crono de Leclerc, y en su primer intento de Q2 marcó el mejor tiempo con goma vieja, superando por a 0”358 a Leclerc. Carlos envió el mensaje que debía. También en Q3, marcando un enorme primer sector a la vez que le entregaba rebufo a Leclerc, pasando por meta de nuevo por delante de Charles con una ventaja de 0”186 de Charles y con 0”275 de margen sobre Verstappen. Su primer intento le podía entregar la pole si no hubiera tenido una penalización.
La afición captó el mensaje. Y en esta carrera se prepara para su ran objetivo. Le gustaría pelear arriba, pero saliendo de atrás quiere “dar espectáculo” a sus tifosi. Ya le llegará el día de pelear por triunfos vestido de rojo en Monza. Mañana le toca remontar y levantar a las gradas con sus adelantamientos y una alma de ‘killer’ que todos deben tener claro que Carlos también sabe tener.
“Duele empezar tan atrás mañana, no voy a mentir, con lo competitivo que me siento en el cocje. Intentaré dar un buen espectáculo, remontar. Me gustaría estar arriba con Charles en parrilla para intentar lograr un doblete para los tifosi”, lamentaba Carlos
Último intento de Q3
Ferrari se plantaba al intento final de Q3 con Sainz en primera posición, on 0”186 de ventaja sobre Leclerc y 0”275 de Verstappen. La pole era para Leclerc por las penalizaciones, pero en juego quedaba el orgullo de ser el más veloz en ‘qualy’ en una pista mítica. Finalmente, Leclerc sí pudo llevarse la pole con un 1029”161, superando en 0”145 a Verstappen (2º, saldrá 7º) y en 0”268 a Sainz, que no se jugaba nada.
Russell arrancará segundo, con Norris tercero, Ricciardo 4º, Gasly 5º y Alonso 6º, después de la que FIA emitiera la parrilla de salida provisional horas después del final, con muchos cambios respecto a lo esperado por su criterio de aplicación de las posiciones de penalización de hasta 9 pilotos.
Alonso, 10º en la clasificación
Fernando Alonso terminó 10º después de ver como le invalidaron su última vuelta por exceder los límites de pista. El español podía haber aprovechado las muchas penalizaciones para pelear por la primera línea, pero el ovetense fue 10º, aunque arrancará un poco más adelante por las penalizaciones: desde el 6º lugar. Alonso reconoció a la prensa española presente en el circuito, entre ellos MD, no haber tenido su mejor clasificación y lamentó no haber aprovechado la oportunidad, pero mañana es cuando se entregan los puntos y el asturiano irá a por todas con un Alpine que le da confianza en cuanto a ritmo.