Morata y Vlahovic eran dos de los protagonistas del encuentro improvisado entre la Juventus y el Atlético de Madrid. Un duelo en el que el madrileño dejó en evidencia a uno de los delanteros más prometedores del panorama futbolístico actual. Aunque es cierto que durante los 90 minutos los colchoneros fueron muy superiores a los bianconeros, y eso fue un reflejo de las actuaciones de ambos delanteros.
Tres goles de Morata en un partido en el que era el gran protagonista antes, durante y después. Antes porque se enfrentaban sus dos últimos equipos. En el Metropolitano en principio no contaban con él y la Juventus pretendía su regreso. Pero nunca ha aceptado las pretensiones de los colchoneros, 35 millones de euros.
Durante el partido, porque anotó tres goles. El primero a pase de Joao Félix a los 10 minutos de juego, y en el que batió a Szczesny en el mano a mano sin problemas. El segundo tras iniciar una contra de libro que inició él mismo casi en su campo y la culminó solo tras driblar al único defensor que le siguió. Y el último llegó al desviar ligeramente un centro de Lemar en un saque de falta.
Y ahora, tras el partido seguirá en boca de todos porque a pesar de partir como quinto delantero podría ser titular en la primera jornada de Liga ante el Getafe. Sin olvidar que en Turín siguen soñando con su regreso. Un sueño que se habrá hecho más intenso después de los tres tantos que le endosó.
Por su parte, Vlahovic hace un año era el elegido en las oficinas del Metropolitano para ser el sustituto de Luis Suárez. El serbio estaba por la labor de vestirse de colchonero, el problema fue que el presidente de la Fiorentina Rocco Comisso exigió 70 millones de euros. Cantidad que el Atlético no estuvo dispuesto a pagar. Las arcas no estaban apara hacer locuras como se ha podido palpar este verano. Unos meses después fichó por la Juventus por 80 millones de euros. Era su gran fichaje.
Así que en el Atlético de Madrid muchos ojos estaban puestos sobre el serbio. Pero no tuvo casi ocasiones de peligro. A excepción de una oportunidad que obligó a lucirse a Grbic. El resto del partido casi no contactó con el balón.
Desde Turín uno de los motivos por los que insisten en Morata es por tener un jugador que le pueda dar descanso a Vlahovic. Desde luego que tras este repaso en la ‘Vecchia Signora’ van a pensar que puede cumplir ese papel sin problemas.