Amazon, hasta ahora, se había librado de las protestas internas de empleados de niveles superiores que sí habían asolado a otras compañías de Silicon Valley como Google o Facebook. 357 trabajadores de la empresa fundada por Jeff Bezos, desde ingenieros de software a analistas de negocio, desafiaron este lunes públicamente a la compañía y criticaron su política climática, pese a que, según ellos, la empresa ha amenazado con despedir a quien se salte sus protocolos de comunicación.
Las plataformas elegidas han sido Medium y Twitter. En la primera, los empleados publicaban una entrada titulada Amazon Employees Share Our Views on Company Business (Los empleados de Amazon compartimos nuestras opiniones sobre el negocio de la empresa). En ella, estos ingenieros o analistas de negocio aportan un párrafo cada uno (algunos se limitan a suscribir los de otros) en el que apoyan “la justicia climática”. En este texto, estos empleados acusan a la dirección de “hipocresía”.
1/ Hundreds of us decided to stand up to our employer, Amazon. We are scared. But we decided we couldn’t live with ourselves if we let a policy silence us in the face of an issue of such moral gravity like the climate crisis. #AMZNSpeakOut pic.twitter.com/zWIKku4LF6
— Amazon Employees For Climate Justice (@AMZNforClimate) January 27, 2020
En septiembre pasado, en un movimiento que fue interpretado precisamente como una respuesta a la presión creciente que la compañía recibe en este campo por parte de sus empleados, Bezos anunció un compromiso para utilizar un 100% de energía renovable en su infraestructura global para 2030, así como la compra de 100.000 vehículos eléctricos.
Sin embargo, los trabajadores que expresaron sus opiniones en Medium criticaron lo que perciben como incongruencia por parte de la compañía, ya que mientras se construye una imagen pública de corporación comprometida con la lucha contra el cambio climático, sigue prestando servicios y trabajando con grandes empresas energéticas dedicadas a la extracción de combustibles fósiles, como BP y Shell.
Los firmantes también se mostraron muy contundentes contra la política de comunicación de la empresa, que requiere que los empleados obtengan una aprobación previa por parte de sus superiores para hablar sobre Amazon en cualquier foro público si se identifican como trabajadores.
De hecho, es por esta línea por la que transita la respuesta dada esta mañana por los portavoces de la compañía, que asegura que el cambio climático es uno de sus “asuntos prioritarios”: “Mientras que todos los empleados son bienvenidos a participar de forma constructiva con cualquiera de los equipos dentro de Amazon que trabajan en temas de sostenibilidad, estos deben cumplir con nuestra política de comunicación externa y no permitiremos que menosprecien o tergiversen públicamente tanto a la compañía como el arduo trabajo de sus compañeros en la búsqueda de soluciones a estos problemas”.
El caso Google
A finales del pasado año, Google despidió a cuatro empleados entre los que se encuentran varios protagonistas de protestas internas de trabajadores de la multinacional, según adelantó en su día Bloomblerg. El verano anterior, 1.500 empleados habían firmado una petición para que la multinacional no firmara un contrato con el servicio de Aduanas y Protección Fronteriza de EE UU, lo que suponía en su opinión ser cómplices con las “violaciones de derechos humanos”. En octubre, la plantilla de Google acusa a la empresa de haber desarrollado una herramienta de vigilancia interna que, aseguran, va a usarse para controlar los intentos de los trabajadores de organizarse para debatir y protestar sobre derechos laborales, según recoge Bloomberg.
Los empleados de Facebook, por su parte, protestaron en octubre pasado contra el fundador de la empresa, Mark Zuckerberg, por la decisión de la compañía el mes pasado de permitir que los políticos publiquen declaraciones falsas en anuncios en el sitio de redes sociales.
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