Youssoufa Moukoko, un niño de 17 años que apenas empieza a conocer de verdad la Bundesliga, trajo la alegría a un Borussia Dortmund a punto de caer en depresión. El chaval no pudo ser más puntual, saliendo del banquillo y emergiendo en el minuto 78 para dar uno de los triunfos más revitalizantes para los ‘borussers’ como lo es el del Derbi de la Cuenca del Rhur frente al Schalke 04. Su gol de primeras espantó de golpe la amenaza de crisis que se cernía sobre el Signal Iduna Park.
Sin Marco Reus, retirado en camilla en la primera parte, el equipo de Terzic no podía terminar también la semana sin victorias después de verla lejos en Leipzig (3-0) y de verla partir a última hora contra el Manchester City (1-2) en una visita en la que el frío Haaland también lo fue con sus sentimientos ‘borussers’. Una victoria encima con felices sueños: el Dortmund dormirá líder.
BORUSSIA DORTMUND
10
SCHALKE 04
1 – Borussia Dortmund: Alexander Meyer; Thomas Meunier, Mats Hummels, Nico Schlotterbeck, Marius Wolf; Jude Bellingham, Salih Ozcan, Julian Brandt (Emre Can, m.84), Marco Reus (Giovanni Reyna, m.32 (Thorgan Hazard, m.84)), Daniel Malen (Karim Adeyemi, m.64); y Anthony Modeste (Youssoufa Moukoko, m.64).
0 – Schalke: Alexander Schwolow; Henning Matriciani, Sepp Van den Berg, Maya Yoshida, Tobias Mohr; Tom Krauss, Florian Flick; Marius Bulter (Alex Kral, m.76), Dominick Drexler, Jordan Larsson (Sebastian Polter, m.58); y Simon Terodde (Kenan Karaman, m.58).
Goles: 1-0, m.79 Youssoufa Moukoko
Árbitro: Felix Brych. Mostró tarjeta amarilla a Sepp Van den Berg y Simon Terodde del Schalke y a Anthony Modeste del Borussia Dortmund, Adeyemi y Emre Can.
Incidencias: encuentro de la séptima jornada de la Bundesliga disputado en el Signal Iduna Park de Dortmund ante 81.365 espectadores.
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El entusiasmo inicial por ahogar las penas en el derbi de la Cuenca del Rhur en el bullicioso Signal Iduna Park se fue diluyendo, bajando la temperatura local el planteamiento sin concesiones del Schalke 04, dedicado 100% a reprimir las ofensivas de los de Terzic con su planteamiento ultraconservador y sin importarles dimitir del ataque como ocurrió en una primera parte con un cabezazo del deseado Bellingham como solitaria ocasión. Y de la monotonía se pasó al pesimismo cuando Marco Reus se retiró por lesión y en camilla a la media hora, entrando en su lugar Reyna.
El Schalke no iba a variar un ápice su plan en la segunda parte en su intención de aburrir al Borussia Dortmund pero tampoco salió de su zona de confort y en vez de dar un paso adelante para amenazar el área rival, dio uno atrás para proteger más la suya. El partido demandaba descaro y valentía y lo asumió Malen con una internada por banda izquierda que terminó con una meritoria parada de Schwolow.
El Dortmund se puso académico, siguiendo la teoría de atacar una y otra vez por bandas para resquebrajar un bloque bajo como el del Schalke. Malen y Brandt contaban con el apoyo de sus laterales, Meuner y Wolf pero a los ‘borussers’ les faltaba rapidez para cambiar el balón de lado y, sobre todo, un rematador en los centros laterales. Procuraba el conjunto de Kramer que no recibiera en tres cuartos Jude Bellingham, aunque el inglés, omnipresente, retrasaba su posición o caía a banda para participar más.
En contextos del juego como este es cuando se añora sobre todo a Haaland, y a la espera de que se recupere Haller, Anthony Modeste, pese a su acreditado prestigio de goleador -20 el año pasado con el Colonia-, sigue seco como punta de lanza ‘borusser’, sólo un tanto en ocho partidos. Las soluciones se encontraban en el banquillo y las aportaron Adeyemi con su desborde y, sobre todo, el osado Moukoko, autor el alemán del ansiado gol a centro de Wolf en el 78′. Quién mejor que un mozo del filial para dar a entender qué significa la rivalidad con el Schalke 04.
Fue una perfecta ejecución de los ‘borussers’, acumulando el juego en un lado, cambiando de orientación para la llegada de Wolf por el contrario y con este teledirigiendo un preciso centro de primeras rematado por el germano en el área pequeña. Mientras se ponen a tono los veteranos, ya está el niño para atenuar cualquier ausencia.
El Schalke 04 no estuvo en ataque en todo el derbi y se le esperaba en el tramo final porque la necesidad le obligaba. Pero nada de nada por parte de los de Frank Kramer para tranquilidad del Borussia Dortmund, catapultado de la depresión a la felicidad por Moukoko.