Toni Muedra, exdirector deportivo de Casademont Zaragoza, ha explicado que presentó su renuncia al cargo al presidente del club, Reynaldo Benito, tras conocer la destitución del entrenador Martin Schiller, después de cuatro jornadas, porque se siente “muy responsable”.
En su opinión, no era el momento de adoptar una decisión tan drástica con el técnico, pero también ha reconocido que las necesidades del club, después de un final de temporada del equipo casi dramático hace unos meses en el que estuvo a pocos minutos de descender, son “a corto plazo para recuperar la tranquilidad”, mientras que su mentalidad “es más a medio y largo plazo de cómo se pueden hacer las cosas”.
En una rueda de prensa para explicar su decisión y valorar la actualidad del equipo, el valenciano ha comentado que en su renuncia no ha pesado “una única razón” aunque la determinación del club de cesar a Schiller fue la que le llevó a realizar una reflexión. “Uno se tiene que replantear que algo ha hecho mal”, resaltó.
“Hoy no lo hubiera cesado. Ayer o anteayer todavía teníamos margen, aunque podría haber sido dentro de una semana o quince días, pero entiendo perfectamente la decisión”, ha argumentado.
Muedra ha negado que se haya producido algún tipo de injerencias por parte del presidente o del consejo de administración porque se siente “responsable de todas las decisiones que se han tomado”, lógicamente con el previo conocimiento de los responsables de la entidad.
“Asumo mi responsabilidad y que algo he hecho mal. Por eso, lo mejor es que si sale el entrenador yo salga también y el club pueda coger su camino”, ha afirmado.
En cuanto a la posible existencia de algún tipo de problema interno entre el técnico y los jugadores, Muedra ha señalado que en su opinión “todavía tenía ascendencia sobre la plantilla” y no había detectado que “el equipo se hubiera caído”.
En su análisis sobre el rendimiento del equipo ha apuntado que “es verdad que los resultados no llegan y no se compite bien”.
Muedra ha admitido que, por la trayectoria del club zaragozano en los últimos meses, tener “paciencia es muy difícil” y “asusta la situación de mucha presión en cuanto a resultados porque se ha pasado muy mal. Se ha sufrido mucho y ese lastre lo llevas”.
También se ha mostrado convencido de que en ningún club se quiere cambiar de entrenador porque es síntoma de que no se están haciendo bien las cosas pero “si es pronto o tarde para esta decisión ser verá a partir de ahora”.
“Lo que deseo es que sea para bien y que merezca la pena todo esto. Que llegue la estabilidad pasa porque lleguen los resultados”, ha dicho.
Sobre la confección de la plantilla ha considerado que a lo mejor deberían “haber hecho algo distinto y mejor, pero a veces uno no hace lo que quiere sino lo que puede” a la vez que ha reconocido que con los jugadores que pusieron a disposición de Schiller “pensaba” que podrían “sobrevivir”.
“Estábamos muy convencidos de que esta plantilla ahora está para funcionar a buen nivel y luego, si se puede, mejorarla”, ha argumentado.
Asimismo ha insistido en que entiende que “la gente de aquí sufre mucho y es duro tener esa presión” pero ha recordado que en la Liga ACB incluso equipos que se clasifican para disputar las eliminatorias por el título “pierden más partidos que ganan”.
Como colofón ha pedido a la afición que “ayude al equipo aunque los resultados no estén saliendo” porque en el club se trabaja “muy duro y para el aficionado”.