BUENOS AIRES – La arquitecta Celia Guevara, hermana del guerrillero argentino-cubano Ernesto “Che” Guevara, falleció a los 93 años, según informó el Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas Mario J. Buschiazzo (IAA), que depende de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
“Lamentamos comunicar el fallecimiento de la arquitecta y especialista en países en desarrollo Celia Guevara, quien fuera investigadora principal de nuestro instituto y directora de varios proyectos de investigación”, indicó el IAA en su cuenta oficial de Twitter.
Nacida en 1929, un año después de su famoso hermano, con quien vivió una juventud muy unida compartiendo juegos y deportes, Celia estaba radicada en Buenos Aires desde hacía varios años, donde era docente e investigadora de la Universidad de Buenos Aires.
Por medio de un comunicado, el Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas distinguió la convicción de la arquitecta a la hora de denunciar las injusticias sociales y urbanas desde el ámbito académico.
“Defensora de la interdisciplinariedad como única forma de solucionar los problemas, Celia impulsó en toda su carrera profesional el intercambio de ideas y saberes como elementos fundamentales de la educación pública a la cual dedicó su vida con entrega y abnegación”, dijo la institución.
Según su currículum académico, Celia Guevara se licenció como arquitecta en 1956, mientras su hermano se preparaba en México para desembarcar al sur de Cuba junto a Fidel Castro y llevar adelante la lucha armada que acabaría con Fulgencio Batista (1952-1959).
La arquitecta se destacó en la institución de arte argentina como directora de varios proyectos urbanísticos, como el corredor norte del Gran Buenos Aires, del cual publicó varios artículos y ponencias.
También brindó conferencias en universidades de Europa y Norteamérica sobre la situación política-económica de Argentina.
Su sobrino, Martín Guevara, la había descrito en un texto de 2017 como “inagotable”, pero sobre todo como “la persona más coherente” que había conocido “dentro y fuera de la familia, en la realidad y la ficción”.
Según remarcaron medios locales, nunca quiso ver las imágenes del “Che” ejecutado en Bolivia, que confirmaban la noticia de la muerte del guerrillero y que dieron vuelta al mundo.
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