La foto del presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, plantando en abril de 2018 un roble en el jardín de la Casa Blanca simbolizaba la amistad entre los dos líderes. Con sus respectivas esposas al lado, Melania Trump y Brigitte Macron, los mandatarios inmortalizaron el momento con la pala en sus manos, echando tierra sobre el árbol recién plantado. Desde entonces, no solo la relación entre ambos se ha desgastado por asuntos que abarcan desde el pacto nuclear con Irán al Acuerdo de París sobre el clima. También el roble ha muerto, según ha informado una fuente diplomática.
Macron ofreció el joven árbol a Trump durante su visita de Estado a Washington en 2018, y los dos lo plantaron ante la mirada de sus esposas y las cámaras de todo el mundo. Era un gesto simbólico: el árbol provenía de un bosque del norte de Francia donde 2.000 soldados estadounidenses perdieron la vida durante la batalla del bosque de Belleau, que tuvo lugar en junio de 1918, durante la Primera Guerra Mundial.
El 24 de abril del año pasado, durante la visita de Estado, Macron tuiteó: “Hace 100 años, soldados americanos lucharon en Francia, en Belleau, para defender nuestra libertad. Este roble (mi regalo a Donald Trump) será un recuerdo en la Casa Blanca de los lazos que nos unen”.
Sin embargo, poco después, el árbol se puso en cuarentena. “Es una cuarentena que es obligatoria para cualquier organismo vivo importado a Estados Unidos”, dijo entonces en Twitter Gerard Araud, el embajador francés en Estados Unidos. Araud también explicó que la planta sería plantada otra vez en una fecha posterior, lo que nunca ocurrió porque el roble murió durante la cuarentena, según ha explicado una fuente diplomática. Ahora, en el lugar del jardín en el que estaba plantado el árbol, se puede ver un pequeño trozo de hierba amarillenta, según ha informado The Guardian.
Una mancha amarilla marca el lugar donde fue plantado el árbol. Yuri Gripas Reuters