MÉXICO – Flor Silvestre, una de las actrices de la época de oro del cine mexicano, murió a los 90 años de causas naturales, en su rancho en Zacatecas, confirmó este miércoles la familia a través de un comunicado.
La también intérprete, cuyo nombre real era Guillermina Jiménez Chabolla, era madre de los cantantes Antonio y Pepe Aguilar, sus hijos menores y los más conocidos.
Pero también fue mamá de Dalia Inés Nieto, la hija de su primer matrimonio, con Andrés Nieto; y de Francisco y Marcela Rubiales, a quienes procreó con su segundo marido, el recordado conductor de televisión Paco Malgesto (Francisco Rubiales).
Fue hermana de la también intérprete Enriqueta “Queta” Jiménez, “La Prieta Linda”, y abuela, entre otros, de Leonardo y Angela Aguilar, que siguen los pasos de la familia en la música.
Estuvo casada con el cantante Antonio Aguilar, “El Charro de México”, desde 1959 hasta su muerte en 2007.
Flor Silvestre murió en su rancho “El Soyate”, y sus restos permanecerán en el lugar, junto a los de Antonio Aguilar, quien fue el gran amor de su vida, según lo dijo ella en innumerables ocasiones.
Flor Silvestre tuvo una exitosa carrera en la música, cine, radio, televisión y teatro: grabó al menos 300 temas de música regional mexicana y participó en decenas de películas “Primero soy mexicano”, “La cucaracha” , “Ánimas Trujano”.
¿Quién fue Flor Silvestre?
Nació el 16 de agosto de 1930 en Salamanca, estado de Guanajuato, y al igual que su hermana, Enriqueta, siempre destacó por su gran belleza.
A los 13 años, cuando acompañó a su padre a ver una actuación del Mariachi Pulido en el Teatro del Pueblo del Mercado Abelardo L. Rodríguez, sorpresivamente subió al escenario y ahí mismo descubrió su gusto por el canto.
La banda nació en 1898 y varias generaciones de músicos la han mantenido.
Años después, debutó como cantante y comenzó a participar en la emisora XEFO que era conocida como la Radio Nacional de México, con el nombre artístico de Flor Silvestre.
Ganó popularidad y, también, un concurso de la estación de radio XEW, que se tradujo en muchos contratos.
A finales de los años cuarenta la cantante realizó una gira por países de Centro y Sudamérica, cuando regresó a México la contrataron para conducir y cantar en el programa “Increíble pero cierto”, además que también recibió contratos para actuar en el cine, que atravesaba su mejor época.
Flor Silvestres y Antonio Aguilar se enamoraron en la filmación de la película “El Rayo de Sinaloa”, de 1957, sin embargo, pudieron casarse por lo civil hasta el 29 de octubre de 1959.