EL PAÍS

Muere Hans Modrow, el último líder de la Alemania comunista


El canciller de la RFA, Helmut Kohl, y el primer ministro de la RDA, Hans Modrow (derecha), frente a la puerta de Brandeburgo el 22 de diciembre de 1989, durante la ceremonia oficial de apertura del muro de Berlín.AP Photo (AP)

Hans Modrow, el último primer ministro de la extinta República Democrática Alemana (RDA), ha muerto este sábado a los 95 años. El político, considerado un reformista, reivindicó hasta el final de su carrera el legado del país comunista y se mantuvo activo como consejero de la formación de izquierdas Die Linke, sucesora del SED (Partido Socialista Unificado), el partido único de la Alemania Oriental. “Con su trabajo, Hans Modrow dio forma a la historia; sin él, la transición pacífica de 1989 no habría sido posible”, aseguró la formación tras dar a conocer su fallecimiento.

Modrow dejó huella en la historia alemana durante los turbulentos tres meses en los que estuvo al frente de una RDA que se derrumbaba, desde noviembre de 1989 hasta las únicas elecciones libres que celebró la Cámara del Pueblo el 18 de marzo del año siguiente. Mientras tomaba posesión de su cargo, millones de alemanes orientales inundaban la República Federal de Alemania (RFA) para disfrutar del segundo fin de semana consecutivo de su recién conquistada libertad para viajar. El muro había caído el 9 de noviembre y con él se abría el camino de la reunificación.

A Modrow lo llamaron el Gorbachov de la RDA. Como el gran reformador de la Rusia comunista y padre de la perestroika, Modrow estaba llamado a facilitar la transición en un momento de enormes turbulencias. Durante su toma de posesión hizo un llamamiento a los que habían huido para que retornaran al país y participaran en la construcción de un Estado democrático de derecho. Su Gobierno intentó impulsar cambios (una nueva ley electoral, de prensa, un nuevo código penal…) pero ya era tarde. En las calles, los manifestantes ya no gritaban “Nosotros somos el pueblo” —el lema de las marchas pacíficas en Leipzig contra el Gobierno de la RDA— sino “Nosotros somos un pueblo”.

Modrow era muy crítico con el funcionamiento de la RDA y por eso no dudó en aceptar el puesto cuando se lo ofrecieron. “Quería cambiar las cosas, democratizar el país”, le contó al servicio de radiodifusión público francés France 24 en una entrevista en 2019. Estaba convencido de que la RDA debía seguir existiendo y no quería oír hablar de la reunificación. Pero en una visita a Moscú en febrero de 1990, Mijaíl Gorbachov hizo saber al camarada Modrow que la Unión Soviética no se opondría a la unidad alemana. A su vuelta, él mismo empezó a hablar ya de “un concepto para la unidad alemana”.

A mediados de abril de 1990, un mes después de las elecciones, entregó el cargo al vencedor de los comicios, el democristiano Lothar de Maizière, que formó un Gobierno de coalición con los socialdemócratas y se dispuso a negociar la reunificación.

Nacido el 27 de enero de 1928 en Jasenitz, hoy territorio de Polonia y entonces de Prusia Oriental, al final de la II Guerra Mundial fue hecho prisionero por las fuerzas soviéticas y recluido en un campo de reeducación. Tras la contienda se unió al SED y empezó a trabajar como mecánico. Se formó en las principales instituciones de los cuadros comunistas: la Escuela de Partido Karl Marx, la de Economía Bruno Leuchner y en la Organización de las Juventudes Comunistas soviéticas, Komsomol, en Moscú. Rápidamente acumuló cargos y responsabilidades, desde la jefatura de una dirección de distrito del SED en Berlín hasta líder del distrito del partido en Dresde.

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Modrow fue miembro del Bundestag (Parlamento alemán) hasta 1994 por el SED, entonces ya llamado PDS (Partido del Socialismo Democrático). Después pasó al Parlamento Europeo, donde ocupó un escaño durante una década. Más recientemente, y casi hasta el final de su vida, participó muy activamente en la actividad política al presidir el Consejo de Ancianos de Die Linke (La Izquierda), heredera de la formación comunista.

“Marcó decisivamente la historia de nuestro partido. Su incansable compromiso político y su gran apego a nuestro partido y al este alemán. Su dedicación a la lucha contra el fascismo y el neofascismo fueron el centro de sus acciones”, le recordaba este sábado la dirección de Die Linke.

Modrow siempre creyó que la pertenencia de la Alemania unificada a la OTAN fue un error. “No quería que Alemania tuviera tropas en la frontera de Rusia. No quería que volviera a haber una guerra en Europa”, le dijo a France 24 con ocasión de los 30 años de la caída del muro de Berlín.

El veterano político protagonizó polémicas hasta hace escasos meses. En marzo pasado, un mes después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, su partido le amonestó por emplear términos similares a los de la propaganda rusa en un documento que se filtró en redes sociales. El Consejo de Ancianos que presidía había elaborado un borrador en el que se preguntaba “hasta qué punto la guerra en Ucrania es una invasión de tropas rusas o una guerra civil interna entre las fuerzas de los nuevos Estados del este y elementos fascistas en el oeste del país”.

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