“Cuando pienso en los grandes deportistas que han mantenido un proceder correcto a lo largo de toda su carrera, el primer y mejor ejemplo que me viene a la cabeza es Bobby Charlton”. La frase de Alex Ferguson, célebre técnico del Manchester United, resume a la perfección la trayectoria del futbolista inglés más laureado de todos los tiempos. Un emblemático jugador que condujo a Inglaterra a los altares y que estableció los cimientos del todopoderoso Manchester United. Sir Bobby Charlton cumple hoy 70 años. Siete décadas que han forjado la leyenda de un caballero del fútbol, un mito viviente para los supporters y los amantes del fútbol.Sir Bobby nació el 11 de octubre de 1937 al amparo de una modesta familia de Ashington, Inglaterra. Su padre, un hombre rudo sumergido en la extrema dureza de las minas, nunca imaginó que aquél querubín rubio que jugueteaba por las calles del barrio se convertiría en la gran referencia deportiva del país unos años más tarde. Charlton dio sus primeros pasos como futbolista en el equipo de su colegio, en Northumberland, donde su talento con el balón atraería a los ojeadores de diversos equipos de las Islas. Finalmente, fue el United quien se hizo con el joven jugador, que con tan sólo 16 años abandonó su ciudad natal rumbo a Manchester. Desde la ventana de un estudio de ingeniería, donde compaginaba la actividad de aprendiz, Charlton contemplaba los ostentosos muros de Old Trafford con la esperanza de poder pisar algún día el césped de The theatre of dreams. Y lo hizo.Un año después, firmó su primer contrato profesional, y en 1956, con 19 años, Sir Bobby debutó con los Red Devils marcando dos extraordinarios goles al Charlton Atheltic. Su meteórica progresión encontró una rápida respuesta en las gradas de Manchester, donde los aficionados jaleaban las incursiones por la banda izquierda de aquél chico que fue capaz de firmar 10 goles en catorce partidos en su estreno con el primer equipo. El United avanzaba como un tifón en Europa. Las semifinales alcanzadas en el 56′ parecían sólo el preludio de mayores éxitos. Sin embargo, el 6 de febrero de 1958, el conjunto dirigido por Matt Busby sufrió un accidente aéreo en las cercanías de Múnich que marcaría para siempre la historia del club. Charlton, que salió despedido aferrado a su asiento, resultó ileso. Una suerte esquiva para ocho de sus compañeros, que perdieron la vida en el siniestro.Estandarte del UnitedTras cinco años de llantos y frustración, Busby retomó las riendas del equipo y convirtió a Charlton en la piedra de toque del nuevo Manchester. Las victorias no tardaron en retornar a Old Trafford. Dos títulos de la Premier League precedieron al éxtasis de 1968, cuando Sir Bobby y los suyos se alzaron con la Copa de Europa ante el Benfica en medio de un estadio de Wembley -la catedral del fútbol inglés- todavía sobrecogido por la tragedia que azotó al Manchester diez años antes. Para Charlton, Busby y Foulkes supuso un acto especialmente conmovedor. Un punto de inflexión que relanzó el estado de ánimo de Sir Bobby, que se convirtió en el estandarte del United y el auténtico bastión de la selección inglesa.Con los pross, Charlton participó en cuatro citas mundialísticas, en las que jugó 14 encuentros consiguiendo 4 dianas. Su debut internacional se produjo en 1958, año en el que fue convocado para disputar el Mundial de Suecia, donde Inglaterra completó una discretísima actuación. Sir Bobby no jugó ni un solo minuto, pero pudo resarcirse en la siguiente cita, Chile 62′, en la que anotó su primer gol como internacional contra Argentina. Cuatro años después, en 1966, Inglaterra era la anfitriona. Un acontecimiento traducido en una cuestión de estado para sus habitantes y en el que Charlton, en la plenitud de su carrera, consiguió alzar la copa de Jules Rimet con la elástica de la selección inglesa. “¿Qué queda ahora por conseguir?”, preguntó, entre sollozos, a su hermano Jackie.Embajador del fútbol británicoEn el Mundial de México, en 1970, el carismático jugador del Manchester puso punto y final a su periodo como internacional tras caer ante Alemania en los cuartos de final. Charlton anunció su retirada de la selección y se refugió en Manchester, donde deleitó a los hinchas del United dos temporadas más. En abril de 1973 jugó su último partido con la camiseta de los ‘diablos rojos’ y decidió cambiar de aires. Alternado el banquillo con el centro del campo en un semidesconocido equipo del noroeste, el Preston North End, llegó su final. Tras un efímero paso de apenas dos años, Sir Bobby colgó las botas sin desvincularse del mundo del fútbol. En 1984 accedió a la Junta Directiva del Manchester, convirtiéndose en el embajador del club y la impronta del fútbol británico que hoy representa. El título que antecede a su nombre impone respeto; su apellido sabe a fútbol.
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