SAN ANTONIO – Un jurado del condado Bexar sentenció este martes a Jessica Briones, de San Antonio, a cadena perpetua por causar la muerte de su hija.
Briones, de 39 años, fue declarada culpable el lunes de asesinato. La evidencia mostró que la mujer llevó a su hija Olivia, de cuatro años, a una estación de policía el 5 de septiembre de 2017.
La niña estaba inconsciente con lesiones en su cuerpo, incluido un hematoma subdural, una gran protuberancia en la parte posterior de la cabeza, una deformidad evidente en ambos brazos y otros hematomas y cicatrices en el cuerpo y la cabeza debido a un traumatismo anterior.
La madre también fue declarada culpable por provocar lesiones a un menor.
Briones fue arrestada luego de llegar a una estación policial con su hija, quien estaba inconsciente y mostraba heridas en la cabeza y el rostro. Además, luego se reveló que tenía el cerebro inflamado.
De acuerdo con las autoridades, Briones dijo en ese momento que la pequeña se había caído cuatro días antes. Sin embargo, murió mientras era atendida en un hospital.
La autopsia de la oficina del médico forense determinó que se trató de un homicidio, según se estableció como parte del proceso judicial.
María Cucurella tiene cinco síndromes compresivo-vasculares que le afectan las venas y arterias del abdomen (síndrome del Cascanueces, de Wilkie, de ligamento arcuato mediano, de May-Thurner y de congestión pélvica) y una colagenopatía genética (síndrome de Ehlers Danlos, que es un conjunto de trastornos heredados que afectan a los tejidos conectivos).
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