SALT LAKE CITY, Utah – Una mujer hispana en Utah se encuentra librando una batalla para salvar su vida tras operarse los glúteos hace 15 años en Argentina.
Sylvia Elías se inyectó biopolímeros, una sustancia sintética que en Estados Unidos está prohibida.
“Día a día es como estar muerta en vida, porque yo no sé si me voy a morir”, comentó la mujer, quien además dio un testimonio de los riesgos que corren las personas al someterse a ciertas cirugías plásticas.
Sus síntomas comenzaron hace cuatro años, pero realmente hace más de 15 se realizó el procedimiento cosmético. “Comencé con dolores renales, después de que me extrajeron piedras, luego continué con estudios que siempre salían con un índice muy alto de calcio en sangre, lo cual me producía insuficiencia renal, hipertensión, hipercalcemia, dolores articulares”, explicó Elías.
Todos estos problemas fueron causados por los biopolímeros, un gel que se utiliza para aumentar glúteos y caderas, así como para la realización de inyecciones faciales.
El doctor César Velilla, cirujano plástico, indicó que “es importante decir que estas sustancias son prohibidas en Estados Unidos”.
El doctor Velilla ha realizado estudios sobre el daño de los biopolímeros y tratado con éxito a pacientes que sufren sus consecuencias, iguales o muy parecidas a las de Elías. El galeno explicó que esta sustancia tiene una reacción inflamatoria severa, que provoca que el cuerpo luche para combatirla constantemente.
Otros países también prohíben esta sustancia, pero muchos doctores sin licencia ni ética alguna realizan estos procedimientos a personas en busca de un concepto de belleza perfecta.
A principios de este año, la madre de dos adolescentes recibió la peor noticia: sus doctores le dieron dos años de vida. Y es que el daño a su cuerpo parece ser irreparable.
En Utah, la mujer ha visto a diferentes médicos. Y a pesar de que le han dado tratamientos, no la llevan a una solución permanente. Incluso, le dieron la opción de retirarle todo, pero dejarla en sillas de ruedas. Además, no conocen lo que ella misma se diagnosticó: el síndrome de ASIA.
El doctor Velilla dijo que “lo que pasa es que se produce una reacción inflamatoria severa, una reacción inmunológica, y aquí es donde los pacientes pueden presentar el síndrome de ASIA, que ya es una reacción inmunológica severa”.
La condición se empieza a desarrollar cuando el cuerpo intenta expulsar estos agentes externos.
No obstante, algunos médicos consideran que esta enfermedad no existe y que los síntomas pueden estar relacionados a otros padecimientos, pero no a las cirugías plásticas.
Para Elías, cada día que pasa es una incertidumbre, pues los dolores corporales, la fiebre y su pobre salud mental le han dificultado tener una vida plena. Lo que la motiva a seguir en pie, son sus hijos.
Su meta es poder conseguir los recursos económicos para poder operarse con un doctor capacitado en este tema. Por ahora, solo le queda advertir a otras personas que la búsqueda de la belleza también puede matar.
“Tarde o temprano la belleza se acaba, para todo el mundo, nadie tiene la juventud o la belleza eterna. Tenemos que aprender a cambiar la mentalidad superficial en la que vivimos”, agregó Elías.
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