Mujeres dedican 28 horas semanales al hogar y hombres solo 6

Mujeres dedican 28 horas semanales al hogar y hombres solo 6

En conmemoración del Día de la Madre, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) ha llevado a cabo un análisis de la desigualdad que enfrentan las mujeres debido a la falta de un Sistema Nacional de Cuidados, el cual les permitiría aligerar su carga en el hogar y, en su caso, integrarse al mercado laboral. 

Entre los hallazgos más relevantes del análisis se encontró que las mujeres destinan aproximadamente 28 horas semanales a las labores domésticas y de cuidado, mientras que los hombres únicamente dedican alrededor de seis horas a estas mismas actividades.

También determinó que el 86% de la población económicamente activa que se encuentra excluida del mercado laboral está conformada por mujeres.

El análisis del CEEY también encontró que el 63% de las mujeres que nacieron en hogares con mayor situación de pobreza tienen la posibilidad de superar su condición y acceder a mejores estándares de vida cuando en sus comunidades existe un Sistema de Cuidados. 

Esto les brinda la oportunidad de acceder a empleos remunerados y a mejores oportunidades de desarrollo, sin tener que preocuparse por quién se hará cargo del cuidado de sus hijos o familiares.

Estos resultados resaltan la necesidad de establecer un Sistema Nacional de Cuidados en México, el cual permita reducir la carga de trabajo no remunerado que recae en las mujeres y promueva su inserción en el ámbito laboral. Además, se destaca el impacto positivo que puede tener este sistema en la movilidad social de las mujeres provenientes de hogares con mayores niveles de pobreza.

En una columna publicada en el diario Reforma, los investigadores del CEEY, Mónica Orozco y Roberto Vélez Grajales, manifestaron que, en los últimos años, se ha llevado a cabo un intenso debate legislativo en torno a la implementación de un Sistema de Cuidados en México.

Planearon que, desde una perspectiva que busca igualdad de oportunidades y movilidad social, resulta innegable el beneficio múltiple que este sistema podría generar. 

Entre estos beneficios se destaca el reconocimiento y la compensación del trabajo de cuidados, fomentando la corresponsabilidad y un equilibrio que asegure el tiempo propio de las mujeres. 

Asimismo, se espera que el sistema contribuya a nivelar el punto de partida para las generaciones futuras, brindando a los niños y niñas un entorno más propicio desde el inicio de sus vidas.


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