Mujeres indígenas de Oaxaca enfrentan limitantes para abortar a un año de su despenalización

Urge concientizar a personal médico y parteras, aseguran defensoras y colectivos.

Por Diana Manzo

Juchitán, Oax.- Por temor al rechazo colectivo y que la juzgaran en su casa, ni sus padres ni amigos supieron de la decisión que tomó Eva, una joven zapoteca de 20 años que decidió interrumpir su embarazo de ocho semanas. Su sueño es graduarse como ingeniera industrial.

Eva se documentó en las redes sociales y halló qué en Oaxaca, su estado de origen, las autoridades aprobaron una ley el año pasado (2019) que permite la despenalización del aborto hasta por 12 semanas, sin embargo, al acudir al Hospital de la zona donde se le practicó el aborto no encontró apoyo moral de los médicos y enfermeras, al contrario reiteradamente la juzgaron “de pecadora”.

Pensar en interrumpir su embarazo le tomó un par de semanas a Eva, quien omite su nombre real para evitar discriminación, ya que las mujeres como ella que deciden abortan aún enfrentan limitantes y violencia, especialmente del machismo que prevalece altamente en esta región oaxaqueña.

La joven requirió de asesoría externa, pues la idiosincrasia familiar y comunitaria condena estos actos. El colectivo feminista “Ddser Ikoots” de la localidad de San Mateo del Mar, le ayudaron, lo que le permitió tomar la decisión de interrumpir su embarazo.

Este tipo de situaciones es lo que se enfrenta una mujer por abortar en Oaxaca, donde todavía es invisible y rechazado por los propios médicos, inclusive algunos se han amparado para no realizarla, por lo que las barreras también surgen desde las instituciones públicas y el personal médico.

De acuerdo a los Servicios de Salud de Oaxaca, en este primer año se han practicado ocho abortos legales en Oaxaca, y todos en una sola institución, el Hospital Civil “Aurelio Valdivieso”, que para las mujeres indígenas que viven en el interior del estado, implica traslado de hasta 10 horas y recursos económicos que no tienen.

En comunidades el aborto no se habla; es un pecado

Las defensoras y feministas comunitarias que desde hace más de una década recorren los pueblos de Oaxaca aseguran que el tema del aborto es algo que todavía no se habla ni se dice en las comunidades rurales, por eso ha sido un reto el acompañamiento que han hecho en este año, donde las mujeres, especialmente jóvenes de 18 a 30 años han decidido sobre su cuerpo haciendo valer la ley.

En San Mateo del Mar, la agrupación feminista “Ddser Ikoots” que forma parte de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos integrada por seis mujeres manifiestan que hablar de la “interrupción ilegal” es un tabú, pero que con estrategias han logrado hacerlo.

Ellas desde hace 17 años recorren escuelas, casas y colonias orientando sobre los derechos sexuales y reproductivos y también sobre la interrupción legal del embarazo, y aunque reciban “señalamientos” y hasta sobrenombres de “feminazis” siguen haciéndolo, porque creen que sólo así se cortará el ciclo del machismo que genera la violencia sexual que continua fuertemente en las comunidades oaxaqueñas.

Y aunque no tienen una oficina física, las mujeres y jóvenes de San Mateo del Mar las contactan a través de las redes sociales, por lo que el acompañamiento siempre está disponible cuando una mujer lo requiera.

Este 28 de septiembre, a través de la radio comunitaria de San Mateo del Mar ellas informarán sobre el aborto, con la intención de que las mujeres conozcan sus derechos y la sociedad entienda que se debe respetar la decisión que tomen sobre sus cuerpos.

En Ddser Ikoots, las mujeres exponen que el caminar es intenso, que hace falta mucho, y más en el personal médico y las parteras, porque todavía existe el tabú y la insensibilidad, todavía se juzga y se llama “pecadora” a la mujer que lo practica.

Por su parte, Nadxielli López, defensora comunitaria que desde hace 10 años brinda asesoría sexual y reproductiva mujeres y hombres, manifiesta que aunque se ha avanzado con la ley que despenaliza el aborto hasta por 12 semanas, aún existen barreras que limitan que las mujeres tomamos decisiones sobre su cuerpo.

Señaló que en pleno siglo XXI, todavía hay embarazos no deseados y relaciones sexuales sean no planeadas, aunque se tenga la información, y eso se da por la cultura machista que prevalece.

Hasta antes de la reforma al Código Penal de Oaxaca realizada el 25 de septiembre de 2019 el aborto estaba permitido bajo cuatro causales: violación, peligro de muerte de la madre, imprudencial y malformaciones del producto, de las cuales se habían practicado en promedio 2 mil 300 abortos en Oaxaca de forma anual, según los reportes de la Secretaría de Salud estatal.

El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), dio a conocer que de septiembre de 2019, cuando se aprobó la ley, a julio de 2020, un total de 11 mujeres han sido denunciadas en Oaxaca y enfrentan procesos por el delito de aborto ante las autoridades.




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