Multitud china celebraba sin restricciones el fin de año pese a la mortal ola de contagios de COVID-19, según fuentes


BEIJING – Grandes multitudes en algunas ciudades chinas dieron la bienvenida a 2023 sin las restricciones anticovid habituales en los últimos años y pese a que el país sigue sufriendo su mayor ola de contagios, que según algunas fuentes causa miles de muertes diarias.

De acuerdo con testimonios en las redes sociales, miles de personas se congregaron anoche en los lugares más emblemáticos de ciudades como Chongqing (centro), Wuhan (centro), Shijiazhuang (norte), Lanzhou (oeste) o Zhengzhou (centro) para presenciar la cuenta atrás antes del año nuevo.

“La gente ha estado oprimida durante demasiado tiempo. Es el momento de festejar”, comentaba un usuario de la red social Weibo, similar a Twitter, bloqueada en el país.

Las aglomeraciones contrastan con las cancelaciones de eventos multitudinarios registradas el último día de 2021, cuando la política de “cero COVID”, desmantelada por las autoridades en el último mes después de que se registrasen protestas, permanecía vigente.

En aquel entonces, actividades como los mercadillos de fin de año o el tradicional toque de campanas en algunos templos religiosos fueron prohibidas en numerosas ciudades.

Este fin de semana, otros habitantes del gigante asiático se valieron de los tres días festivos para salir de viaje, aprovechando la reciente retirada de los requisitos de pruebas PCR y otros controles que habían complicado los viajes interprovinciales durante meses.

La Comisión de Transporte de Pekín indicó que el transporte aéreo en la capital china alcanzó un pico durante este fin de semana, superando el umbral de los mil vuelos diarios por primera vez desde que comenzó el desarme de la directriz de “cero COVID”, mientras que la provincia central de Shaanxi calculó que se producirían hasta seis veces más desplazamientos en tren en su territorio que en el mismo período festivo de hace un año.

LOS CONTAGIOS CONTINÚAN

Pese a que numerosos internautas mostraron su satisfacción por volver a ver grandes aglomeraciones festejando, otros condenaron la organización de eventos masivos: “Esto equivale a una oleada de contagios en tres o cuatro días”, advertía una comentarista de Weibo preocupada por la presión hospitalaria registrada en varias ciudades del país.

La recuperación de la normalidad en las celebraciones se produce mientras el COVID-19 sigue extendiéndose por la geografía china, pese a que las cifras oficiales informasen hoy de tan solo un muerto por coronavirus en el último día del año.

La rápida propagación del virus por el país ha sembrado dudas sobre la fiabilidad de los datos oficiales, que han registrado apenas un puñado de fallecimientos recientes por la enfermedad pese a que localidades y provincias han calculado que una proporción significativa de sus poblaciones se ha contagiado.

El Centro Provincial para el Control de Enfermedades de la provincia de Sichuan (centro), una de las más pobladas, con más de 80 millones de habitantes, calculó esta semana que el 63% de sus residentes se han contagiado de COVID-19, según un estudio basado en encuestas a 158,000 personas.

El epidemiólogo jefe del Centro de Control de Enfermedades de China, Wu Zunyou, declaró este jueves que la ola de contagios de COVID-19 que sufre el país ya “ha llegado a su pico” en Beijing, Tianjin (noreste) y Chengdu (centro).

EL MUNDO GUARDA CAUTELA Y TAIWÁN OFRECE AYUDA

El jefe del equipo de expertos de la Comisión de Sanidad de China, Liang Wannian, pidió este jueves esperar a que “pase este ciclo epidémico” para “juzgar con precisión la verdadera tasa de mortalidad” y el epidemiólogo oficial Wu Zunyou aseguró que se “está trabajando para calcular y publicar el exceso de muertes”.

Sin embargo, las dudas sobre la situación real en China han provocado que naciones como España, Estados Unidos, Italia, India, Taiwán o Japón anunciasen que aplicarán restricciones como exigir pruebas PCR a los viajeros procedentes del país asiático, medidas criticadas por la Cancillería china, que pidió protocolos “científicos”.

Por su parte, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, ofreció este domingo en su discurso de año nuevo “toda la asistencia necesaria” a China por “preocupaciones humanitarias”.

La Organización Mundial de la Salud se mostró recientemente “muy preocupada” por la evolución del COVID-19 en China y reclamó “más información”, a lo que Pekín respondió que ha compartido sus datos “de forma abierta, puntual y transparente” desde el inicio de la pandemia.

La compañía británica de análisis del sector sanitario Airfinity estimó esta semana que China está sufriendo actualmente unas 9,000 muertes diarias por COVID-19.

Apple dijo el domingo que las restricciones de COVID-19 en China reducirán la capacidad de producción del iPhone 14 en la planta de ensamblaje principal en Zhengzhou.


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