La ponencia ‘Transición desde la formación a la élite’ trajo consigo un buen rato de baloncesto, vía internet, a través de Álex Mumbrú. El entrenador del RETAbet Bilbao Basket ofreció su punto de vista en el largo recorrido de un jugador desde su primer contacto con el deporte hasta, los elegidos, llegar entre los mejores. La receta es la siempre. No es más que dosis de trabajo, paciencia, invertir y contar con profesionales preparados.
“Lo importante dentro de la formación es tener paciencia, intentar detectar el talento y luego tener tiempo y paciencia suficiente como para saber que habrá jugadores de Bizkaia que podrán ir paso a paso llegando al primer equipo”, manifestó consciente de que, en formación, no se debe correr más de la cuenta. Puso un ejemplo. “El Joventut saca jugadores, pero va por camadas. Salió una generación buena hace años con los Jofresa y Villacampa, después Raúl López, luego de golpe vino Ricky Rubio, Rudy Fernández, ahora López Arostegui o Ventura…”, agregó.
Hay que ser capaz de atraer a los jóvenes. Hay mucha oferta. “En Bizkaia, el 50 por ciento de los chavales juegan al fútbol y el otro 50 se lo reparten los otros deportes”, dijo, también sabedor de la importancia de los clubs cercanos: “El Bilbao Basket sería incapaz de que hacer que los jugadores llegasen a la élite sin todos los equipos pequeños que están alrededor de Bizkaia. Los jugadores, los padres buscan una facilidad para llevar a jugar a sus hijos cerca de casa, a su club o colegio, y ellos son los que les empiezan a entrenar y luego es la capacidad de la gente que los siguen de detectar si tienen talento”.
Mumbrú dio mucha importancia a la constancia, al trabajo para que, si tienes un talento limitado, te superes a base de esfuerzo. Habló de varios talentos. “El innato que tiene un jugador, casi sin enseñarle ya sabe jugar a baloncesto. El psicológico, el cómo eres capaz de sobreponerte a la dificultades. Luego está el físico y uno que no siempre se mete, pero yo sí, que es el talento al trabajo. Muchas veces un jugador que tienen un talento innato, le enseñas a tirar, y tirando cinco veces ya lo coge, en cambio otros que no tiene ese talento, pero sí el de trabajar y, en vez de cinco, tira mil veces hasta mejorar. Ese talento se puede poner por encima del talento innato. Es un talento muy importante para los jugadores”, explicó después de dejar claro que para él se debe trabajar mucho el pase. “Se puede llegar a la élite sin dominar el bote, también hay jugadores en élite que no dominan el tiro, pero sin ser un buen pasador es muy difícil”.
Otro ejemplo práctico: Rousselle y su mecánica de tiro. No es la más depurada, pero sí es efectiva. El secreto es el de siempre. “No tiene una técnica perfecta. Un jugador con una técnica perfecta necesitará tirar 100 veces para tener un porcentaje alto. En cambio, Rousselle será el jugador que más tira. Se queda después de cada entreno tirando. No tiene la mejor técnica, pero ha tirado tantas veces que es capaz de tener un porcentaje muy alto. En las categorías inferiores sí que puedes cambiar la técnica de tiro, pero a partir de junior ya no es bueno. Puedes cambiar el arco de tiro, que es fundamental para ser un buen tirador, pero cambiar la técnica de tiro es muy difícil”, analizó.
Está claro que hay que poner recursos sobre la mesa para que por fin vayan llegando más chavales del territorio a la élite. No va a ser algo inmediato. “Para poder tener una buena cantera hay que invertir en ella. En jugadores, por traerlos, en tener unos sueldos dignos para los entrenadores y todo esto el Bilbao Basket lo está haciendo y conforme apueste más por la cantera saldrán más jugadores que puedan estar con nosotros. No es algo que vamos a conseguir en un año, pero sí que está claro que intentaremos dar oportunidades a los jóvenes para poder jugar en el equipo de su ciudad o provincia”, aclaró.
También expuso su experiencia en primera persona en su época de formación. No destacó desde un primer momento. “La primera vez que yo fui a una selección tenía 19 años. Fui de maduración tardía, como Pau Gasol, que en los Juniors de oro campeones del mundo no tenía un papel destacado y explotó con 21 años en la Copa”, aportó.
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