El Sevilla desea desde hace tiempo deshacerse de Munir El Haddadi, uno de los jugadores con la ficha más alta de la plantilla y que apenas cuenta para Julen Lopetegui. El delantero hispano-marroquí no jugó ni un solo minuto en el último amistoso del equipo andaluz ante el Angers francés, este miércoles, con victoria por 6-0 de los nervionenses. Fue el único jugador de la primera plantilla disponible (Marcao aún no tiene el tono físico y Rafa Mir no jugó por unas molestias) que no participó en la prueba, en la que sí intervinieron canteranos como el delantero Iván Romero, autor de un gol y de una asistencia.
Munir es el último superviviente de la era anterior al regreso de Monchi, cuando el utrerano Joaquín Caparrós dirigía el departamento de fútbol. El veterano técnico reclutó al de El Escorial del Barcelona, club en el que se negaba a renovar, y llegó a Nervión a cambio de una cantidad simbólica de un millón de euros (terminaba contrato en seis meses), pero con una ficha muy importante heredada de su paso por el Camp Nou.
Pero el esquema de juego de Lopetegui, ese 4-3-3 casi innegociable, no encuentra sitio para Munir, que no es un delantero referencia ni tampoco un extremo. El entrenador guipuzcoano no suele usar mediapuntas y cuando lo ha hecho recurre a jugadores como el Papu Gómez, con más manejo de pelota y capaces de trabajar en el centro del campo. Munir es un jugador que es más un segundo punta, pero que, aunque sus números en el Sevilla en relación minutos jugados-goles son buenos, no tiene sitio en el esquema.
Ha sido el propio futbolista el que de aquí hacia atrás ha frenado una posible salida del Sevilla, pero el jugador puede verse ya obligado a buscar una solución a su situación. En España ha habido clubes que se han interesado por él en el pasado, como el Alavés. Ahora, Getafe y Celta andan pendientes de su situación, aunque el gran problema es su alta ficha.