La NASA lanzó un nuevo satélite que permitirá mejorar los pronósticos meteorológicos para predecir fenómenos como huracanes y tormentas, al tiempo que monitoreará el cambio climático.
El cohete Atlas V de United Launch Alliance (ULA) que lleva la misión del Sistema de Satélites Polares Conjuntos (JPSS por sus siglas en inglés)-2 para la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y la NASA, salió desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg este jueves.
JPSS-2 es el tercer satélite de la serie JPSS y está diseñado para escanear la Tierra mientras orbita desde el Polo Norte hasta el Polo Sur, cruzando el ecuador 14 veces al día para brindar una cobertura global completa dos veces al día.
Operando desde aproximadamente 512 millas sobre la Tierra, se espera que capture datos para mejorar los pronósticos meteorológicos, ayudando a los científicos a predecir y prepararse para eventos climáticos extremos y el cambio climático.
JPSS-2 tiene aproximadamente el tamaño de un sedán de 14 pies de alto por 7 pies de ancho, y pesa 5 mil 567 libras, aproximadamente el peso de un rinoceronte macho adulto. Está alimentado por paneles solares que aprovechan la energía del sol y su longitud se extiende a 35 pies cuando se despliega su panel solar .
Se unirá a la flota de satélites del JPSS, los cuales a medida que giran alrededor de la Tierra, toman medidas e imágenes que ayudan a planificar huracanes, tormentas de nieve e inundaciones, al tiempo que mapean y monitorean incendios forestales y volcanes.
Igualmente, observan los océanos, detectan floraciones de algas nocivas y miden la temperatura de la superficie del mar y el hielo marino. Además, proporcionan datos críticos para los modelos climáticos globales y la composición del aire, como el polvo, el humo y el smog, y rastrean las concentraciones globales de ozono.
La información recabada por estos satélites permite visualizar el clima en los teléfonos inteligentes y obtener un pronóstico del tiempo local, con tres a siete días de anticipación, ya que alimentan los sistemas meteorológicos globales.
Por último, las mediciones que recopilan sobre la temperatura y la humedad atmosféricas, las nubes, los aerosoles. A esto se suman datos de la atmósfera superior e inferior, que muestran cómo ha cambiado con el tiempo.
JPSS-2 pasará a llamarse NOAA-21 cuando alcance su órbita final, aproximadamente una semana después del lanzamiento. Dentro de un mes, sus instrumentos comenzarán a recopilar datos.
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