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Náufragos en la balsa de Haaland


”Cuando pasamos la línea del mediocampo, que yo llamo línea de la creatividad, es cuando empezamos a mostrar el talento y la calidad individual”, dice Mateu Morey. “Porque es la zona en la que tienes que crear cosas nuevas. Y ahí es donde tenemos a Reus, a Haaland, a Sancho, a Reyna… jugadores que eso lo hacen a la perfección y destacan en el uno contra uno. Eso nos da ventajas”.

Canterano del Barça fichado por el Borussia Dortmund en 2019, Morey, de 20 años, señala el dilema del equipo que en la noche del miércoles saltará al Sánchez Pizjuán (21:00 horas, Movistar) a disputar los octavos de la Champions: desplegado en ataque resulta temible, pero para eso, primero debe superar el embrollo organizativo que le corroe por detrás.

El primer obstáculo es su entrenador, Edin Terzic. El vacilante empleado que hasta diciembre trabajaba en la cantera, promovido al primer banquillo tras la destitución de Lucien Favre, se ha mostrado menos inclinado a dar vuelo a sus atacantes que a proteger al jefe de su zaga, el capitán Mat Hummels. Para ello ha montado un doble pivote angloestadounidense —Bellingham y Delaney— que hasta ahora no ha destacado en nada más que en la falta de imaginación.

Terzic ha dirigido al Dortmund en 12 partidos con un saldo de seis victorias, dos empates y cuatro derrotas. Para perplejidad de la hinchada del club más rico de la Bundesliga después del Bayern, la directiva resolvió respaldarlo contra la evidencia. En plena espiral de deterioro en el juego asomó la figura de Hummels, vicario del director deportivo Michael Zorc: “Desde que llegó Terdzic hemos mejorado mucho en muchos sentidos”.

Lento como está en su etapa crepuscular, Hummels agradeció al técnico por cubrirle con el filtro protector del doble pivote, aun a costa de lastrar a sus compañeros del ataque. Solo cuando supo que las horas de Terzic estaban contadas, y que sería sustituido en junio por Marco Rose, el capitán se mostró más crítico. Oportuno tras el 1-1 ante el Hoffenheim en otro partido decepcionante, el sábado pasado Hummels señaló que el Dortmund se parte: “El equipo se descompuso en el mediocampo por nuestro afán de ir al ataque; porque unos van arriba y otros se quedan”.

“A Terzic le gusta el 4-2-3-1”, admite Morey, “pero si tenemos que jugar con un 4-3-3 no hay problema porque tenemos jugadores de muchas capacidades que se adaptan muy bien a diferentes posiciones”.

Morey es uno de los laterales derechos más prometedores de la cantera española. En 2019 pasó del Barça B a integrar la primera plantilla del club alemán. Allí compitió con Achraf primero y luego con Meunier, dos de los mejores especialistas de Europa. Esta temporada suma 12 partidos con el primer equipo. ”El año pasado tuve mucha suerte de poder competir con un jugador como Achraf en su mejor nivel porque pude aprender mucho”, dice. “Otros lo valorarían como una desgracia. Para mí poder competir con los mejores es algo muy positivo”.

“Quedé muy sorprendido”

“Cuando un equipo está en una dinámica negativa los detalles que inclinan la suerte le juegan en contra”, dice, sobre la crisis del Dortmund. “Eso se cambia a base de trabajo, de ambición, de no bajar los brazos y de luchar cada pelota como si fuera la última. Si haces eso los resultados van a llegar, máxime en un equipo como éste, en el que tenemos a algunos de los mejores jugadores del mundo. Si juntas el trabajo con el talento la combinación siempre es buena. Yo creo que llegamos preparados al partido con el Sevilla”.

A falta de orden, la rehabilitación competitiva del Dortmund pasa por lo que Morey llama “talento individual”. A la cabeza de esta especie se sitúa el nueve: “Quedé muy sorprendido con Erling Haaland desde el primer día porque es un ganador nato. Le ves en los espacios reducidos de los rondos y descubres que ahí se maneja igual que si tuviera 100 metros. Ha aportado esa chispa de ambición al equipo que le convierte en un líder dentro del campo. Yo creo que va a marcar una época”.


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