Si eres de buen comer y buen beber, en Navarra vas a disfrutar como en pocos sitios. En esta tierra, la gastronomía es de una riqueza y de una personalidad abrumadora. ¿El secreto?: materias primas y productos de calidad, y una cocina siempre deliciosa que combina los sabores tradicionales con las técnicas más vanguardistas. Por algo, Navarra es un paraíso para los foodies.
La alta cocina es uno de los sellos de identidad de la región, con platos muy elaborados y visualmente muy atractivos que son auténticas obras de arte. Recetas con altas dosis de innovación, puro delicatesen. Lo mismo pasa con los pinchos, que han evolucionado hasta convertirse en una referencia internacional. Cuando los pruebes puedes estar tranquilo porque la higiene está garantizada.
Lo mismo ocurre en sus restaurantes, con una separación adecuada entre mesas y todas las garantías higiénicas. Son locales amplios, modernos, con unas cartas cuidadas hasta el mínimo detalle y al alcance de los paladares más exigentes. Al probar los platos, te quedarás sin palabras.
También los vinos merecen una mención especial. Navarra cuenta con la Denominación de Origen D.O. Navarra, con excelentes blancos, tintos y rosados. Para conocer mejor su elaboración, te proponemos recorrer la Ruta del Vino y participar en alguna de las numerosas actividades que ofrece. Otra buena opción es visitar una bodega, donde podrás catar los caldos y degustar algunos de los productos más sabrosos de esta tierra mientras estás rodeado de viñedos.
Son solo algunas de las sorpresas que te deparan en este viaje gastronómico en el que se conjugan arte, naturaleza y cultura. Una escapada que te dejará buen sabor de boca no solo por la comida, también por el carácter afable y accesible de sus gentes. Si quieres disfrutar de más actividades relacionadas con el universo de la gastronomía, no lo dudes. Navarra es tu destino.
Territorio de aventura
Navarra es, además, el lugar perfecto para pasar unos días de aventura rodeado de naturaleza. ¿Te apetece contemplar paisajes excepcionales mientras pedaleas en una bici BTT por la Selva de Irati? ¿O recorrer junto a tu familia alguno de los tramos del Camino de Santiago que atraviesa la región? Si lo prefieres, puedes completar a pie algunas de las rutas senderistas, adaptadas a todos los niveles, que te esperan en este viaje. O hacer un trayecto en buggy por el desierto de las Bardenas Reales, un parque natural declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco. Si no has oído hablar del nordic walking, este es tu momento: cálzate las botas, agarra bien los bastones y adéntrate por el Valle de Sakana, otro de los lugares mágicos que te esperan en Navarra.
Hay tanto para elegir que no sabrás ni por dónde empezar. Si te gustan las emociones fuertes, atrévete con el barranquismo en Isaba o con un descenso en balsa entre las paredes de piedra de la Foz de Lumbier. Y si te van las cuatro ruedas, puedes cambiar la barca neumática por una ruta en todoterreno por los caminos que cruzan el Valle de Baztán. ¿Te has decidido ya?
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