El entrenador del Unicaja, Ibon Navarro, lamentó la derrota por 81-86 ante el Barça, pero ve con buenos ojos que su equipo “no se haya rendido”, algo que les da buenas sensaciones y “señales de estar en la línea” de donde quieren estar.
El técnico vitoriano consideró en rueda de prensa que el Unicaja hizo cosas “bien para poder ganar” un partido que, “al final, se decide por detalles”, como por varios tiros libres fallados o por el buen acierto en el triple en el segundo tiempo de los azulgranas.
“Nos vamos con buenas sensaciones de estar recuperando a nuestra gente a pesar de no contar con ciertos jugadores”, recalcó Navarro, que añadió que decidieron forzar a Darío Brizuela por sus molestias en el cuádriceps.
“Darío es muy importante para nosotros y hace mucho daño al Barça”, subrayó el preparador del cuadro malagueño, que no puso excusas por las bajas y prefirió quedarse “con la capacidad de superar los problemas” que están teniendo.
Valoró que el Unicaja logró “no rendirse en un partido durísimo, pero (Tomás) Satoransky se nos ha ido un poco en la anotación”, precisó, y no pudieron frenar al base checo en ciertos tiros.
Tras esta derrota, la segunda consecutiva en Liga Endesa, el Unicaja se centra ya en el encuentro del martes en el que se juega el liderato del Grupo K de la Liga de Campeones FIBA ante el AEK en Atenas, para lo que sólo le vale ganar.
“Vamos a luchar contra otras muchas cosas en Atenas. Nuestra competitividad ante el Barça es con lo que me quedo de cara al martes”, sentenció Ibon Navarro.