El entrenador del Unicaja, Ibon Navarro, ha destacado la “ilusión” que tiene el equipo de ganar el martes en Atenas al AEK, en la sexta y última jornada de la segunda fase de la Liga de Campeones (BCL), y aspirar así a ser primeros en el grupo K de este ‘Top-16’, aunque el partido llega después de desgaste físico tras perder en la tarde del domingo en Málaga ante el Barça en la Liga Endesa.
“Lo mejor después de un partido así no es meterse un viaje de diez horas hasta Atenas, pero es lo que tenemos que hacer. Por encima del cansancio está la responsabilidad de saber que es un partido muy importante. También está la ilusión de poder sacar una victoria de prestigio allí que nos lleve al primer puesto del grupo”, ha relatado el técnico vasco en declaraciones facilitadas por el club.
“Los dos equipos llegamos al partido condicionados por nuestro estado físico. Creo que la ausencia de Janis Strelnieks para ellos es muy importante, pero vamos a ver cómo está Kenny Williams y, en partidos así, es para lo que Djedovic vino, para darnos ese poso de saber lo que hay que hacer, jugando fuera de casa, aunque también nos preocupa el estado de Darío Brizuela, que no sabemos cómo va a estar”, ha comentado Navarro.
El entrenador vitoriano ha puntualizado que el partido disputado en Málaga ante el AEK, que ganó el Unicaja por veintidós puntos de ventaja, “no es real” porque fue un encuentro “duro, muy trabado, que se rompió en los últimos cinco minutos”.
“No va a ser un partido que se decida a base de pico y pala, sino más una cuestión de detalles, sobre todo en el último cuarto, el acierto desde los tres puntos, el control del rebote, los porcentajes de tiros libres. Creo que va a ir más por ahí que por una cuestión de desgaste, de ritmo, porque no tenemos los dos equipos una rotación para llevar ese ritmo de partido”, ha afirmado.