Después de la exitosa experiencia de 2020, y como parte de su programa internacional, París vuelve a acoger el jueves un partido de la temporada regular de la NBA, esta vez el clásico entre Pistons de Detroit y Bulls de Chicago, duelo que ha desatado furor en el país galo.
Aunque actualmente ambas franquicias que están lejos de su esplendor a finales de los 80’s y de los 90’s, cuando se repartieron buena parte de los anillos de campeonato, el partido ha generado una expectación superior a la lograda por los Hornets de Charlotte y los Bucks de Milwaukee en enero de 2020.
Prueba de ello es que los boletos para los cerca de 20 mil asientos en el Accor Arena de París, ya se han agotado, pagando desde 80 y hasta mil 875 euros.
Entre las televisiones, este partido ha acusado furor, ya que hay 16 cadenas difusoras autorizadas que transmitirán el encuentro en 35 países, negocio redondo para la nBA y que les ayuda en la recuperación del duro golpe que fue la pandemia por Covid-19.
Además de en Francia, la Liga estadounidense ha puesto en escena recientemente partidos oficiales fuera de sus duelas, como en México el 17 de diciembre de 2022, cuando el Heat de Miami se impuso a los Spurs de San Antonio, o en Abu Dhabi, donde Atlanta se midió ante los Bucks.
Bulls y Pistons buscarán relanzar en 2023 y salir de la parte baja de la tabla de la Conferencia Este, donde los de Chicago son décimos y Detroit decimocuartos.
Lejos queda ya la legendaria época en la que pugnaban por el codiciado anillo, que la franquicia de Chicago, liderada por Michael Jordan, que ganó en 1991, 1992, 1993, 1996, 1997 y 1998, mientras que los Pistones en 1989, 1990 y 2004.
Dwane Casey, entrenador de Detroit, dio las siguientes dilaceraciones tras llegar a la capital gala.
No sé si alguno de los dos equipos tiene aquel nivel, pero trabajamos para volver. Aunque mis chicos sean demasiado jóvenes para acordarse de aquella época, es una pena.
(Con información de EFE)
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