‘Necesitamos más que nunca la fraternidad’: Papa Francisco

‘Necesitamos más que nunca la fraternidad’: Papa Francisco

En su mensaje tradicional “Urbi et orbi”, el Pontífice elevó una oración por el personal médico en todo el mundo, que ha pasado un año luchando contra la pandemia.

En este año marcado por el Covid, el Papa Francisco se dirigió a los católicos desde una de las salas del Vaticano para ofrecer su tradicional mensaje de Navidad, urbi et orbi, en el que llamó a la fraternidad.

Como siempre, el jefe de la iglesia católica hizo un repaso de la situaciones y conflictos más acuciantes en el mundo, pidió por la paz en Medio Oriente, y se refirió particularmente a los niños de Siria, Irak y de Yemen, que pagan el precio alto de la guerra.

En este momento de la historia, marcado por la crisis ecológica, económica y social, agravada por la pandemia del coronavirus, se necesita más que nunca la fraternidad, declaró.

Llamó a concretar una fraternidad, más allá de la familia, la etnia, la religión, la lengua o la cultura.

“Y esto es válido para las relaciones entre los pueblos y las naciones“, expresó.

El Pontífice tuvo palabras también para el Líbano, para las mujeres que sufren de violencia y elevó una oración para el personal médico en todo el mundo, que ha pasado un año luchando contra la pandemia.

Que haya esperanza en el Continente Americano, tan golpeado por el coronavirus, lo que ha exacerbado problemas que lo hacen sufrir, como la corrupción o el narcotráfico. Que Dios ayude a superar las recientes crisis sociales en Chile, y los sufrimientos del pueblo venezolano”, expresó.

El Papa terminó su mensaje de Navidad exhortando a que en esta fecha se redescubra el valor de la familia como escuela de fraternidad y de paz, antes de lanzar una bendición a los católicos del mundo.

La noche anterior, el Papa ofició la Misa de Gallo desde Basílica la San Pedro de Roma, con apenas 200 invitados. La celebración de la Noche Buena se adelantó dos horas en virtud del toque de queda nocturno que rige en Italia a partir de las 10:00 de la noche, pero un millón 300 mil fieles en el mundo pudieron seguir la misa por televisión o por Internet, y escuchar su mensaje.

María Carolina Piña / RFI




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