Miguel Recco (i) y Antonio Gemio (d), creadores de Neflicofrade, en la sede en Sevilla.PACO PUENTES
A finales de los 90, Netflix era un videoclub a domicilio. Su método de pago mediante reembolso postal le había llevado a expandirse más allá de California. Incluso para Reed Hastings y Marc Randolph, sus fundadores, internet estaba lejos de ocupar un papel central en la historia del cine y la televisión. Habían dado con un modelo de negocio, impulsado por la llegada de un nuevo formato ligero y digital: el DVD.
A 6.000 kilómetros, en Sevilla, los productores Antonio Gemio y Miguel Recco también estaban de enhorabuena: ese nuevo soporte había conseguido que su colección de VHS Momentos Cofrades se colocara, con esta nueva versión ligera y digital, entre lo más vendido de El Corte Inglés. Los cuatro creían haber dado con la tecla, pero su futuro, hoy un presente ligado por un naming lleno de gracia, es otro.
En 1992, Sevilla era una fiesta. El optimismo en la ciudad, “en el mapa” gracias a la Exposición Universal, contagió a estos productores para hacer empresa a partir de la unión de sus pasiones: el cine y la Semana Santa. “Éramos ambiciosos. Cualquiera tenía un vídeo casero de su hermandad, pero nosotros queríamos una grabación multicámara”, cuenta Gemio a EL PAÍS. Actualmente, el diseño de las grabaciones que realizan durante estos días en Sevilla lleva semanas de trabajo. “Implica mucha planificación para no quedarnos atrapados en una bulla, para mover un equipo de 10 personas con ocho puntos de sonido. Pensamos por igual en accesos y en tiros de cámara, en que sean los mejores momentos, los más íntimos o emotivos en torno a una cofradía y, finalmente, cada jornada rodamos dos o tres escenas”, apunta.
Actualmente, la plataforma ofrece más de 1.000 contenidos, la mayor parte de ellos de producción propia. En el 30 aniversario de la productora (también dedicada a la producción de vídeos institucionales y publicidad), NefliCofrades supone “el mayor éxito de audiencia que hemos tenido. Aunque el pico de suscriptores sea de 2.000 en estas semanas, nos permite desestacionalizar el negocio”, cuenta Gemio.
Bajo demanda
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La Navidad y la horquilla entre Cuaresma y el inicio del verano suponían la principal ventana de venta de VHS y DVD en sus mejores años. “Ahora tenemos una planificación de estrenos y cada dos o tres semanas lanzamos algo nuevo”, añade. De hecho, esta reinterpretación de su obra a partir del canon de la cultura bajo demanda se conecta con el descubrimiento y generación de una comunidad “fiel y ávida de nuevo contenido”.
¿Pero qué perfil tiene el usuario de NefliCofrades? Sus suscriptores pueden elegir compromisos desde anuales (la mitad de ellos) a mensuales: “El 75% de nuestros clientes vive o reside en Andalucía, un 23% en el resto de España y un 2% fuera”. En ese 2% hay afiliados a la plataforma por toda Europa y Estados Unidos: “Para españoles que por motivos laborales o familiares viven en el extranjero, nos hemos convertido en su forma de vivir la Semana Santa”. “Hay suscriptores que nos dicen, incluso, que prefieren nuestra versión de la Semana Santa. La viven de otra manera. Incluso tenemos el caso de un cliente cuya pareja no le acompaña en la calle, pero lo ven juntos en casa. A nosotros eso, en lo artístico, humildemente, nos da la razón. Creemos que algo de belleza ha de haber para que esta persona, incluso suscriptores que no son creyentes, se sientan atraídos por el contenido que ofrecemos”. Este nicho temático, “que por volumen de ventas o por escalabilidad es poco interesante para cualquier otra productora o plataforma”, ha convertido a esta OTT en un proyecto “sostenible”, según su cofundador. Algo para lo que RVG ha tenido que realizar una importante inversión inicial, manteniéndola disponible para todo tipo de dispositivos móviles y televisiones inteligentes.
“Cuando lanzamos la plataforma mucha gente nos dijo que no lo entendía porque es cierto que hay muchos videos en YouTube. Creo que nuestros suscriptores, cualquiera que lo ve, nota la diferencia. A menudo, yo mismo, cuando tengo la ocasión de ver alguna cofradía, alguna banda, no puedo tener una visión desde distintos ángulos, con detalle, con emociones, con una visión más amplia. No puedo escuchar la música bien, porque estoy cerca de un grupo de instrumentos, porque hay mucha gente o porque no puedo escuchar lo que sucede entre los costaleros. No puedo estar en todo a la vez. Ese todo es, con sensibilidad, lo que pretendemos recoger en los Momentos Cofrades. De hecho, para que sea más inmersivo, recomendamos ver los contenidos con poca luz y auriculares”, concluye.
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