Los Jefes de Kansas City son los nuevos Campeones de la Conferencia Americana tras dejar en el camino a los Bengalíes de Cincinnati por marcador de 20-23, y ahora tendrán que vencer a las Águilas de Filadelfia para conseguir el preciado trofeo Vince Lombardi en el Super Bowl LVII.
La repetición de la final de la temporada pasada comenzó cargada en favor de los locales con buenas series ofensivas de Patrick Mahomes, que si bien no se coronaron en la zona de anotación, lograron sumar puntos en dos ocasiones por la vía del gol de campo con Harrison Butker, marcando la ventaja 0-6 en el primer cuarto.
Ya en el segundo episodio Cincinnati tuvo su mejor serie al momento, y la ofensiva comandada por Joe Burrow finalmente mostró destellos de su brillantez al ataque.
El joven mariscal de campo pasó para 64 yardas en una serie de casi siete minutos, pero tras no convertir en tercera se conformaron con un gol de campo de Evan McPherson.
Sin embargo, inmediatamente en la siguiente posesión el partido vio su primer anotación de seis, luego de que dos pases a Marquez Valdes-Scantling, de 11 y 29 yardas, dejaran a Kansas en zona roja. Desde ahí Mahomes pudo encontrar a su ala cerrada Travis Kelce e incrementó la ventaja a 3-13.
Burrow intentó regresar el favor, pero por el contrario devolvió la posesión a los locales, ya que en un mal pase, Jaylen Watson robó el ovoide cuando parecía que Cincinnati finalmente encontraba ritmo. La defensiva cumplió y evito que el error se viera reflejado en la pizarra.
Antes del medio tiempo McPherson volvió a conectar de tres por los visitantes y mandó el partido al descanso 6-13.
En el tercer episodio fue cuando finalmente los felinos comenzaron a presionar lo que hasta ahora había sido dominio de los Jefes, y tras una serie ejemplar, Burrow pudo encontrar en una trayectoria larga a Tee Higgins, que con autoridad se quedó el balón y empato el partido a trece.
Kansas City también cumplió con su parte y respondió, tras cinco minutos y recorrer 77 yardas, con su propia anotación en un pase largo a Valdes-Scantling, que no desperdició un pase preciso de su quarterback y devolvió la ventaja.
El último cuarto volvió a empatar el duelo en sus primeros minutos, ya que tras un balón suelto del propio Mahomes, el momento pasó a ser de los Bengalíes. En cuarta oportunidad Burrow encontró en una trayectoria larga a su receptor favorito Ja’Marr Chase, dejando el balón dentro de la yarda seis de los rivales.
Ramaje Perine acarreó el balón hasta la anotación y marcó el 20-20.
Desafortunadamente para los Bengals, la defensiva de los Chiefs volvió a ser clave, y teniendo ya múltiples capturas sobre el mariscal de campo en el partido, ahora Joshua Williams robó el envío de Burrow a Higgins.
Tras detener a la ofensiva y con solo dos minutos y medio restantes en el juego, los hasta ese momento aún campeones de la AFC volvieron a tomar el emparrillado.
La serie comenzó de forma prometedora invirtiendo en una tercera oportunidad y largo, pero la defensiva no permitió mayor avance y con menos de un minuto Kansas buscó el milagro.
El regreso de despeje por parte de Chrisman fue casi perfecto y dejó a Mahomes y la ofensiva en la yarda 47.
Cincinnati fue víctima de sus propios errores una vez más, y con un castigo de rudeza innecesaria golpeando al mariscal de campo en las laterales cuando ya había salido, Butker ingresó al campo y convirtió la patada para el 20-23 definitivo y el pase al Super Bowl.
Ahora, Kansas City y Filadelfia se enfrentarán por el trofeo Vince Lombardi en el Super Bowl LVII a disputarse en la ciudad de Glendale, Arizona, el próximo domingo 12 de febrero.
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