Tumbar al más poderoso, sobre todo cuando con la mística de la historia impone aún más respeto como es el caso de Estados Unidos, tiene traicioneros efectos secundarios. Sólo con que permanezca un poco más de la cuenta, la desbordada euforia puede dar paso a un exceso de confianza que no permite analizar la realidad en profundidad. O a esa presión que dicta la lógica de que, si has ganado al mejor, se supone que puedes y tienes que hacerlo con cualquiera.
El paradigma de ello, Lituania. El conjunto báltico no supo digerir del todo bien el efecto embriagador de ganar al Team USA en el último partido de la segunda fase (104-110), condimentado el triunfo con la paliza del primer cuarto (12-31) y el descanso (37-54).
Apenas un par de días después, la Serbia de Svetislav Pesic dejó en el olvido tanto la sonora victoria del equipo de Rokas Jokubaitis contra el Team USA como su imbatibilidad con un contundente correctivo en cuartos de final (68-87). El triunfo contra Estados Unidos se quedará como un mero motivo de orgullo nacional con el doloroso trasfondo de irse de vacío de un Mundial en el que la inmaculada racha había camuflado un tanto la excesiva dependencia de Lituania de los triples, plantándose en las eliminatorias con un elevado 60%.
“El partido contra Estados Unidos, como podéis ver ahora, no es nada”, lamentó Tadas Sedekerskis en declaraciones recogidas por USA Today. “Es sólo historia, no tenemos ninguna oportunidad de luchar por medalla. No puedo garantizar al 100% que la olvidáramos (la victoria ante USA)”, reconoció haciendo autocrítica el jugador del Baskonia.
Sin embargo, no es la primera vez que una victoria contra el Team USA acaba sabiendo a nada para Lituania. De hecho, la derrota ante Serbia consolida una curiosa maldición por la que el combinado báltico siempre se ha quedado sin medalla cuando ha logrado vencer a la primera potencia mundial. Tes veces que ha hecho saltar la sorpresa en competición, tres veces que no ha podido subir al podio.
El primer precedente data del Mundial de 1998, la primera vez que venció a Estados Unidos una Lituania con Arturas Karnisovas y un joven Sarunas Jasikevicius en su equipo (22 años). Karnisovas, que venía de jugar aquella temporada en el Olympiakos tras su primera etapa en el Barça, se lució con 28 puntos para batir al Team USA en la fase de grupos por un ajustado 84-82. Sin embargo, la selección americana se presentó sin jugadores NBA por el lockout.
A la tercera iba la vencida para Lituania, sin opción ante el imbatible Dream Team liderado por Michael Jordan en las semifinales de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 (127-76) pese a que Sarunas Marciulonis le hizo competencia a ‘Air’, con 20 puntos por los 21 del GOAT. Pero el combinado europeo se marchó de aquella Copa del Mundo sin rascar metal al caer en cuartos de final contra Rusia y también con claridad (82-67).
La siguiente gesta de Lituania contra el Team USA llegaría en los Juegos de Atenas de 2004, con Jasikevicius como el azulgrana que tomó esta vez el testigo de Karnisovas para marcar el ritmo. Saras ya había impartido un verdadero show en Sídney 2000 con 27 puntos pese a que se le quedó clavado su fallo en el último triple que le hubiera dado la victoria a su país en semifinales (85-83).
Sin embargo, competidor de pura sangre, el base completó todo el trabajo esta vez y su recital de 28 tantos sirvió para que Lituania sorprendiera a Estados Unidos en la fase de grupos (94-90). Jasikevicius militaba por aquel entonces en el Maccabi Tel Aviv después de haber conducido al Barça a la anhelada primera Euroliga en 2003.
Aquella sorpresa fue a la postre la responsable de que España se las tuviera que ver con Estados Unidos ya en cuartos de final tras su liderato en el grupo A y la cuarta plaza del Team USA en el B. No obstante, Lituania sería apeada por Italia en semifinales por Italia (91-100) y, caprichos del destino, se tuvo que enfrentar con la selección americana en el duelo por el bronce con triunfo para el combinado dirigido entonces por Larry Brown (104-96).
Mientras Lituania se moría por repetir el bronce de Sidney 2000, el Team USA despreció una medalla que hoy ni se quiere recordar en Estados Unidos -siempre obligada a ganar-, y hasta traumática para algunos, con Tim Duncan renunciando para siempre a la selección después de que aquel equipo de escándalo no hubiera cumplido: Allen Iverson, LeBron James, Carmelo Anthony, Shawn Marion… Lituania también presumía de tener otras leyendas como Arvydas Macijauskas y Ramunas Siskauskas.
Y, casi 20 años después, la actual generación lituana no pudo vengar a sus antecesores con todo el mérito de batir al Team USA por tercera vez en la historia del país con un grupo sin tanto grande nombre con entonces, con un solo jugador NBA -Jonas Valanciunas-, y sin Domantas Sabonis. Otro azulgrana como Rokas Jokubaitis dejó una buena impresión de cara a su posible futuro NBA con 9 puntos, 6 asistencias, 3 rebotes y 1 robo, ganándose incluso los elogios de toda una estrella como Jalen Brunson. De nuevo una inerte victoria en una liguilla. Ganar a Estados Unidos, mal augurio para Lituania.