El maleficio del Wanda Metropolitano continúa: cuatro derbis, tres empates y una derrota. Ni el uruguayo Luis Suárez con su gol en los primeros 15 minutos permitió al conjunto rojiblanco imponerse por primera vez en su nuevo estadio al eterno rival, que empató al final con gol del francés Karim Benzema.
Tres años y medio después de su inauguración, al Wanda Metropolitano, que ya va teniendo sus grandes noches de fútbol y donde ya se han celebrado dos títulos (la Liga Europa de 2018 y la Supercopa Europa de ese mismo año) le sigue faltando una asignatura pendiente: una victoria del
Atlético de Madrid contra el Real Madrid.
¿Aguantará el Atlético en el liderato?
Y cuando parecía que el club rojiblanco obtenía por fin su triunfo, seis derbis después de su última victoria contra su gran oponente ciudadano, con Suárez como figura, Benzema se interpuso en la que podría haber sido una gran alegría para un derbi madrileño coincidente en el tiempo con un aniversario triste: hace un año del último partido con público del Metropolitano.
La última vez que los seguidores rojiblancos pudieron ir a su flamante coliseo de la avenida Luis Aragonés fue hace exactamente un año, en un Atlético-Sevilla del 7 de marzo de 2020 (2-2). Desde entonces, el Atlético sin su público ha obtenido 14 victorias, 5 empates y dos derrotas, con la de hoy, en su casa, con 39 goles a favor y 13 en contra entre todas las competiciones.
LUIS SUÁREZ, EL LÍDER DEL LÍDER NO ES SUFICIENTE
El Atlético salió mandón, ofensivo, buscando a su rival con una presión alta y madurando sus ataques con paciencia y talento -cualquier parecido con el equipo que afrontó la ida contra el Chelsea inglés parecía pura coincidencia-, y encontró a su goleador en el momento indicado.
Suárez, que acumulaba cinco partidos sin marcar, encontró el camino a la portería en el momento clave. Lo hizo después de que funcionara la añorada conexión por la banda derecha del Atlético, entre el inglés Kieran Trippier -novedad del once tras nueve partidos de ausencia por la sanción de la Federación Inglesa- y Marcos Llorente. El madrileño, en un nuevo ejercicio de explosividad, exuberancia ofensiva e inteligencia, percibió al vuelo la intención de desmarque de su compañero.
Y cuando el balón ya estaba en su camino, Suárez hizo lo que sabe hacer: un remate con el exterior del pie derecho, buscando el efecto deseado para salvar la salida de Thibaut Courtois.
En los últimos cinco partidos, había intentado 14 remates sin éxito. En el decimosexto -antes tuvo un lanzamiento de falta directa que se marchó desviado-, lo logró para hacer su decimoséptimo gol en 22 encuentros ligueros. Desde el anterior derbi, en el que el Atlético cayó por 2-0 en Valdebebas, el 42 por ciento de los 26 goles del Atlético en LaLiga hasta hoy eran suyos.
Un tanto que supone el duodécimo que le marca al Real Madrid. Los 11 anteriores habían sido con el Barcelona en 16 enfrentamientos, siete en los últimos ocho partidos, hasta este domingo. “Es la revancha de lo que fue la ida para poder demostrar que queremos seguir arriba en la Liga”, advirtió antes del encuentro.
Luis Suárez cumplió su amenaza, pero los fallos en las ocasiones del inicio de la segunda mitad, tanto por buenas actuaciones del meta belga del Real Madrid Thibaut Courtois ante remates de Carrasco y Suárez, como por el fallo del argentino Ángel Correa cuando remató solo dentro del área, trocaron una feliz tarde rojiblanca en un final peligroso: avalancha blanca y gol del francés Karim Benzema, que alarga un año más el maleficio de los derbis del Metropolitano.
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