Los Nuggets han ganado esta madrugada su primer anillo y las celebraciones han estado a la altura. Las calles de Denver se han llenado de aficionados celebrando el histórico momento pero hay uno que lo celebró en el pabellón.
Los Nuggets derrotaron a los Miami Heat (94-89) para llevarse las Finales de la NBA por 4-1, una serie en la que Jokic fue el mejor y se llevó el MVP, aunque quiso poner en valor el resto del equipo.
“Estoy feliz por todos ellos. Estoy feliz por DeAndre Jordan, por Jeff Green, por Ish Smith. Literalmente por todos. Michael Porter Jr. tuvo tres operaciones y aun así vino a ayudarnos a ganar un campeonato. Jamal Murray, que tuvo una cirugía y no jugó bien al comienzo del curso… Pero ya os dije que todos sabíamos de lo que era capaz”, dijo en una rueda de prensa.
Con 28 puntos y 16 rebotes fue protagonista en el partido… y una vez terminado. Cuando el anillo ya era de los Nuggets empezaron las celebraciones y ahí Jokic ya no brilló tanto. El serbio es conocido por no querer ser el centro de atención y no dársele muy bien las cosas que requieren interacción social, y cuando empezó a correr el champagne lo volvió a demostrar.
¿Que hay que hacer algo con el champagne ahora? Pues se hace y a otra cosa.