El pasado miércoles,
Carlos Reutemann, piloto de F1 desde 1972 a 1982, falleció a los 79 años. El argentino es considerado como toda una leyenda en el automovilismo de su país. Fue piloto de Ferrari, Lotus y Williams, entre otros equipos, y fue con el conjunto de Grove con quien conquistó su mejor resultado en el Mundial, en 1981, donde fue subcampeón a solo un punto del título, logrado por Nelson Piquet. De haber ido todo como debía, posiblemente, Carlos tendría por lo menos aquel título. Y es que aquel año, en la última carrera, Reutemann perdió de forma incomprensible un Mundial que había dominado.
Fue una jornada amarga para Argentina. Por aquel entonces, ‘Lole’ cumplía su campaña número 10 en el ‘Gran Circo’, con 39 años. Era su gran oportunidad. Sabía que no iban a llegar muchas más como aquella. Para ello, en un momento en el que la preparación de los pilotos no era ni mucho menos estricta y planificada como en la actualidad, el de Santa Fe se había preparado a conciencia. “Hice un esfuerzo excepcional en ese aspecto, con un régimen muy estricto, como un boxeador”, dijo hace años. Ello, unido al carácter minucioso de Reutemann con la mecánica de su coche, con una gran sensibilidad en la puesta a punto de sus bólidos, le hizo acariciar la gloria.
En aquel momento, Carlos era el héroe de todo un país. Un país en el que pese a su tradición del motor siempre se movió al son del fútbol, incluso hizo que se cambiara el horario de un Súperclásico Boca-River que coincidía con la penúltima carrera del Mundial, en Canadá. Faltaba solo una fecha en el calendario. Podía hacerlo.

Remando a contracorriente
Anteriormente, el año para Carlos no fue nada fácil. Especialmente, por la predilección del jefe del equipo Williams, Sir Frank, por el que era su compañero de equipo, Alan Jones. Dicen incluso que en el contrato que Carlos firmó con los británicos había una cláusula en la que le imponían al argentino que debía dejarse adelantar por su compañero australiano si la diferencia entre ambos era de menos de 7 segundos.
La lucha de egos no podía acabar bien. Todo se torció en Brasil, donde ‘Lole’ rodaba por delante de Jones. Allí, Williams no tardó en mostrar el cartel ‘Jones-Reut’, la manera que el conjunto inglés tenía para pedirle a Reutemann que se dejara pasar. Ya había cedido su posición en anteriores carreras, como en Long Beach. Pero en Brasil Carlos dijo basta. Williams le mostró el cartel en varias ocasiones, pero el aspirante a campeón se hizo el sueco. “No vi ningún cartel”, dijo tras lograr la victoria aquel día. Tras ello, la tensión en el conjunto era enorme, hasta tal punto que Jones no quiso acudir al podio. A partir de ahí, Carlos remó a contracorriente.
Pese a todo ello, Reutemann llegaba líder a la última prueba en Las Vegas, con 49 puntos, uno más que Piquet y con Laffite a 6. Carlos lo tenía todo de cara para ganar. Había logrado la pole. Pero su ilusión se desvaneció el día de la carrera. “Me di cuenta que me iba a tener que enfrentar a la carrera con los problemas de la caja de cambios, algo que no había tenido en todo el fin de semana”, aseguró. De esta manera, desde el inicio no tuvo nada que hacer para lograr el ansiado título, que perdió por un solo punto.
Nelson Piquet lo admitió
Parecía un boicot en toda regla, pero no había pruebas. Aunque tan clara era la situación contraria que vivió ‘Lole’ en su propio equipo que hasta el propio campeón de aquel año, Nelson Piquet, no dudó en reconocerlo en una entrevista inédita que vio la luz hace varios años en la prestigiosa revista italiana ‘Autosprint’.
“¿Pensó en Reutemann después de su consagración?”, le preguntó el periodista de la F1, Ercole Colombo. “Claro que sí. Y puedo decir que siento disgusto por la desilusión que ha debido sufrir Carlos. Sé muy bien cuánta esperanza había depositado en la conquista de este título, que era importante para él y para Argentina”, comentó. “Según Usted, ¿Williams contribuyó a hacer perder el título de campeón a Reutemann?”, le preguntaron a continuación. “No tengo la más mínima duda. Querían hacer ganar por segunda vez consecutiva a Jones, sin tener en cuenta que en 1980 ese título lo habría ganado yo, de no haber sido porque Reutemann, cumpliendo lealmente con su rol de escudero, me quitó puntos preciosos que favorecieron al australiano. Y ahora, en el campeonato que acaba de terminar, Jones arriesgó demasiado y desperdició demasiadas carreras, mientras Reutemann, pese a haber puesto lo mejor de sí para Williams, no recibió la ayuda que se merecía”, contestó. Alto y claro.
“Cada cosa que conseguí en mi vida me costó un huevo y la mitad del otro”, dijo una vez Carlos Alberto Reutemann. No le faltaba razón. “De niño, hacía 5 kilómetros a caballo para ir a la escuela rural”. De ahí, a rozar la gloria en la F1. Campeón sin corona. No ganó un título. Pero sí es toda una leyenda.
