Da la impresión de que las temporadas nunca terminan para Mikel Oyarzabal. Al contrario que la inmensa mayoría de sus compañeros, la estrella de la Real no se encuentra en ningún paradero paradisíaco, en ningún retiro proclive la desconexión. Su categoría le ha conducido a tener que prolongar su disposición hasta límites insospechados. Le queda tela por cortar, puede que por espacio de un mes.
La agenda de Oyarzabal no concede treguas por mucho que la Liga y la Copa se hayan despedido hasta el curso futbolístico que viene. El eibartarra está convocado por la selección española absoluta para dos partidos amistosos que se celebran a principios de junio. Primero contra Islas Feroe el viernes 7 y luego ante Suecia el lunes 10.
El tiempo que transcurre desde el último entrenamiento de la temporada que Oyarzabal completó con la Real, el miércoles 22 en Villabona, hasta el partido internacional del 7 de junio invita a pensar que el futbolista ha podido descansar con suficiencia. Nada más lejos de la realidad, ya que el departamento técnico del combinado estatal ha precisado un plan individualizado para que el profesional no se resienta ante el descenso de la actividad. Pero para Oyarzabal no hay dolor.
Su programa no termina con esta doble ración de amistosos internacionales. Oyarzabal está en la lista previa de España Sub-21 para el Europeo que se celebra en junio, a caballo entre Italia y San Marino. El jugador txuri urdin pasará la criba y entrará en la convocatoria definitiva. Seguro. Es uno de los puntales habituales y no faltará. El otro futbolista que antes del torneo irá con la selección española absoluta es Fabián, del Nápoles.
Si la selección estatal Sub-21 consiguiera llegar a la final europea del 30 de junio y a nada que Oyarzabal sumase un minuto en los dos próximos compromisos con el equipo de Luis Enrique, el atacante de Eibar aspiraría a terminar su temporada el 30 de junio, un mes largo más tarde que el común de los futbolistas. Y se marcharía de vacaciones con 56 partidos a sus espaldas.
Hasta que se resuelvan todas estas hipótesis abiertas, las cifras que definen la temporada de Oyarzabal son respetables. Desde agosto ha sumado 49 encuentros. 41 de ellos con la Real (37 de Liga y 4 de Copa). Sólo se tuvo que perder uno del campeonato, en octubre contra el Atlético de Madrid en el Metropolitano (2-0). Una gastroenteritis le apartó a última hora de la convocatoria.
A la ‘tralla’ que ha soportado con la Real de manera indestructible ha habido que añadir los compromisos con España Sub-21 a los que hizo frente durante el curso. Fueron ocho. Cuatro amistosos y otros tantos valederos para la clasificación a la Eurocopa que arranca el 16 de junio. Sí causó baja en la comida de despedida del equipo porque, por si todo fuera poco, tenía que estudiar.
El seleccionador español Sub-21, Luis de la Fuente, definirá la convocatoria para el Europeo este viernes. Mikel Oyarzabal estará presente, ya que por sus múltiples recursos pasar parte de las aspiraciones de su equipo a conseguir los objetivos. También está asegurada la inclusión en la lista de otros dos realistas como Igor Zubeldia y Mikel
Merino. Así como la del pretendido Borja
Mayoral. El escaparate al que salen es peligroso para el club, atendiendo al antecedente surgido en verano de 2013. Fue cuando Asier
Illarramendi se fue al Europeo Sub-21 de entonces, en pleno esplendor de su carrera. No pasó inadvertido para Carlo
Ancelotti, entrenador al que encandiló Illarra. Unas semanas más tarde le reclutó para el Real Madrid.
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