"No hay parte norte y sur, los bombardeos son igual en todos lados": enfermera mexicana que salió de Gaza

“No hay parte norte y sur, los bombardeos son igual en todos lados”: enfermera mexicana que salió de Gaza

Michelle Ravelle, coordinadora de Actividades de Enfermería de Médicos sin Fronteras en Gaza, llegó al enclave palestino dos meses antes del inicio de los ataques por parte de Israel con la intención de dar cursos de formación y capacitación para fortalecer el nivel primario en la atención de la salud en el área de urgencias gazatíes.

Sin embargo, tras el conflicto desatado el pasado 7 de octubre con el ataque de Hamás sobre territorio israelí y la respuesta de este contra el grupo terrorista, la enfermera mexicana se vio obligada a abandonar la región de Oriente Medio.

Desde que estalló la guerra, Ravelle afirma haber vivido momentos de angustia y terror por los constantes bombardeos, que han dejado, según confirma, la zona sin agua, comida ni electricidad, además de que la mayoría de de hospitales ya no están funcionando.

“Los mismos hospitales, donde compañeros, médicos, trabajan, están siendo atacados”, destaca sobre la situación de salud que atraviesa Gaza en este momento, donde día a día incrementa exponencialmente la cifra de muertos, heridos y desplazados por la respuesta “desproporcionada” del ejército israelí.

A principios de este mes, junto a otros 22 miembros más de Médicos sin Fronteras, y otras personas con pasaporte extranjero, incluyendo a su compatriota Barbara Lango Barron, Ravelle pudo abandonar finalmente la zona de conflicto por el paso de Rafah en la frontera con Egipto, antes de finalmente poder volver a México donde pudo reunirse con su familia tras la angustiante situación que vivió.

“Aunque Gaza tenía particularidades, no puedo evitar pensar en las personas que conocí y que se han quedado sin nada“, relata Ravelle, quien asegura aún mantiene comunicación con algunas de las personas de su equipo que no abandonaron la Franja, además de pensar constantemente en aquellas que “no tienen hogar, perdieron a sus familias”, “es terrible”.

Durante su tiempo previo al inicio de la guerra, comenta que “desde antes de este ataque la situación en gaza era muy difícil. Viven en una jaula, no pueden salir, no tienen decisión propia”. Sin embargo, una vez que comenzó, “se volvió terrorífico“.

Todos los días escuchaba drones, había reportes de incidentes en la frontera, manifestaciones antes de la guerra. Cuando empezó todo esto fue terrorífico. Se escuchaban cerca de nosotros uno tras otro cada vez más cerca. Miles de personas que no han podido salir, no sé como le están haciendo. Pudimos sentir de cerca de muerte, muchas veces me sentí en peligro. Es desproporcionada la respuesta”, continua.

“Todas esas personas que se quedaron en Gaza en verdad están sufriendo“. Ravelle también menciona que pasó días sin agua y antes de salir sufrió muchas infecciones igual que otras personas, destacando la presencia de estas en la piel y el sistema gastrointestinal por las condiciones de sanidad.

“No hay parte norte y sur, en todos lados es lo mismo” fue lo que comentó al hablar sobre la situación generalizada, a pesar de que Israel ha instado a todos los gazatíes del norte a moverse al sur del enclave para evitar mayores pérdidas humanas, especialmente tras la incursión terrestre iniciada a finales de octubre.

“Yo le quiero decir al mundo que por favor no seamos personas que ignoramos esta situación. Es necesario un alto al fuego, que entre ayuda humanitaria, se deje pasar a los compañeros. Las necesidades ahora son desde las más básicas. El alto al fuego es indispensable, protejamos la humanidad. Seamos humanos“.

Finalmente, la coordinadora de Actividades de Enfermería de Médicos sin Fronteras en Gaza destacó que aún hay gente de la ONG dentro del enclave brindado sus labores de asistencia médica, especialmente aquellos palestinos que han decidido quedarse a apoyar su comunidad. “Ellos no pueden salir” y por lo tanto siguen apoyando.

Sobre que depara el futuro de Ravelle tras la desafortunada situación que vivió, señala que está “más que dispuesta a regresar a Gaza” una vez que se permita el reingreso para brindar ayuda humanitaria. Esto es debido a que menciona que desde que llegó las personas “cuidaron” de ella, y que por lo tanto, ella no les debe “más que el mismo cuidado”.

Ve aquí la entrevista completa realizada en ‘Aristegui en Vivo’:

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