La participación de Rocío Flores en el programa Supervivientes, su empeño en no hablar en ningún momento mal de su madre, Rocío Carrasco, y las lágrimas que derramó en varias ocasiones cuando se refería al enfrentamiento que existe entre ellas desde hace más de siete años, y que también afecta a su hermano David, pareció a ojos de muchos espectadores del reality de Telecinco un grito de socorro de una hija hacia una madre. Si casi nadie esperaba que la hija de la cantante Rocío Jurado diera un paso para reconciliarse con sus hijos en televisión después de tanto tiempo de férreo silencio, casi todos creían en un acercamiento cuando hubiera acabado el concurso y fuera de cámaras.Parece que esa deseada reconciliación entre madre e hija no se ha dado e incluso que la ascensión mediática de Rocío Flores —ahora mucho más atemperada por decisión propia— y el retorno del padre a los platós de televisión ha recrudecido el enfrentamiento que Rocío Carrasco mantiene con su exmarido, Antonio David Flores, a pesar de llevar separados más de dos décadas. El último capítulo de este pulso interminable es que Rocío Carrasco, según informa la revista Lecturas, ha vuelto a interponer una demanda contra su exmarido por considerar que el malagueño ha vulnerado su honor y su intimidad. El motivo serían unas declaraciones en las que Antonio David Flores se mostró pesaroso y dolido porque Rocío no había invitado a sus hijos a la presentación de un sello dedicado a su abuela, Rocío Jurado.Siguiendo la costumbre de presentar demandas casi continuadas por distintos motivos contra él, la hija de la famosa cantante de Chipiona ha vuelto a guardar silencio público sobre cualquier aspecto referido a su exmarido o los hijos que ha tenido con él y de nuevo ha recurrido a los tribunales solicitando 120.000 euros en conceptos de daños morales por el contenido de una entrevista que Flores concedió en 2016. En la demanda se alega que “hace escarnio público” y califica sus declaraciones como “subjetivas, sin ningún tipo de veracidad”.La batalla judicial entre la pareja es mucho más complicada que todo esto y suma casi una veintena de causas, la más grave de ellas archivada en noviembre de 2018, en la que Rocío Carrasco denunció a Antonio David Flores por malos tratos psicológicos y que le enfrentó a una posible pena de cárcel. Una situación que según ha relatado después Flores le sumió en una profunda depresión debida a la incertidumbre que se cernió sobre su futuro y que las acusaciones de maltrato provocaron que se le cerraran las puertas de los programas de televisión en los que colaboraba durante el tiempo que duró el proceso.Rocío Carrasco y Antonio David Flores se casaron en 1998, cuando ella solo tenía 19 años y él era un joven auxiliar de guardia civil que una vez entró a formar parte de la famosa familia abandonó la benemérita. La pareja se separó en 2000 y desde entonces ha vivido un enfrentamiento público que ha ocupado portadas de revistas y programas de televisión. Sus batallas legales han seguido siendo noticia durante estos 20 años, pero parecía que sus rencillas habían pasado a un segundo plano. Como parecía semienterrado el enfrentamiento entre Rocío Carrasco y sus propios hijos, Rocío y David, de 23 y 21 años, que desde hace años viven con su padre y no mantienen ninguna relación con su madre.El regreso a televisión de Antonio David Flores como concursante de la última temporada de Gran Hermano VIP, el debut de su hija en el medio para defender a su padre y su participación en Supervivientes ha vuelto a sacar a la superficie todos los enfrentamientos soterrados de la familia. Rencillas que se extienden a un entorno familiar más amplio, que en vida de Rocío Jurado era una piña y ahora está roto y distanciado. Ni los hermanos de Rocío Jurado, Gloria y Amador, ni sus cuñados, Rosa Benito y José Antonio Rodríguez, ni los hijos de estos, ni siquiera los hijos que Rocío Jurado adoptó junto al torero José Ortega Cano, mantienen ningún tipo de relación con Rocío Carrasco, la única hija biológica de la cantante, fruto de su matrimonio con el boxeador Pedro Carrasco.Los pleitos entre la expareja continúan y también lo hace la distancia entre madre e hijos. Carmen Borrego, amiga cercana de Rocío Carrasco y su actual marido, Fidel Albiac, cree que la reconciliación entre Rocío Carrasco y su hija, Rocío Flores, está lejos de ser una realidad. “Pueden pasar cosas graves y con el tiempo pueden curarse”, afirma esta misma semana en la revista Lecturas, “Pero cómo se ha quedado Rocío Carrasco después de haber pasado eso [en referencia a un incidente entre madre e hija que nunca se ha terminado de aclarar]… le ha podido hacer tanto daño que se ha quedado paralizada. Y es incapaz de perdonar. Puede que algún día tengan un encuentro, pero no van a tener una relación de madre e hija”, afirma Borrego, que también asegura que Rocío Flores no tiene nada que perdonar a su madre.
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