No hay que contribuir al pánico: Mejía; la gente tiene derecho a saber: Pérez

En la Mesa de Análisis, Fabrizio Mejía criticó la información que genera pánico y puede tener consecuencias. En tanto, Ana Lilia Pérez sostuvo la necesidad de la discusión.

El escritor Fabrizio Mejía criticó los cuestionamientos a la autoridad sanitaria, lo cual, en medio de una pandemia, resulta verdaderamente criminal.

Es como gritar fuego en un cine cuando no hay fuego. Eso me parece que no debería de ser considerado libertad de expresión ni pluralidad”, expresó durante la Mesa de Análisis de Aristegui en Vivo.

“Me parece muy grave lo que está pasando en estos momentos porque hay una especie de campaña de desacreditación de la autoridad sanitaria que es la que conduce, nos guste o no, los esfuerzos en contra de la epidemia”, sostuvo.

Mejía indicó que lo que hoy se considera como pluralidad o libertad de expresión, lo único que está generando es pánico y angustia en la gente y, por consecuencia, actos como el ataque a enfermeras en el transporte público de Guadalajara.

“Esto tiene consecuencias criminales, esto de gritar fuego en un cine cuando no hay fuego está enmarcado en toda esta situación en donde todo mundo trata de obtener, a costa de la epidemia y los muertos, raja política”, manifestó.

No obstante, refirió que el origen del triaje señalado en la guía bioética le pareció un asunto interesante, pues data de 1792.

“El médico de Napoleón durante las guerras napoleónicas dice algo fundamental para entender la bioética: ‘una vez que los soldados heridos en combate entran a la carpa de los médicos, ahí se terminan los rangos, se terminan las medallas, si llega Napoleón o llega un soldado raso, es exactamente igual’, se evalúa de otra manera”, relató.

“Esto es para evitar que los reconocimientos, los rangos, el dinero, el amiguismo, y que la influencia de un paciente respecto a otros prive sobre la enfermedad. ‘Se clasificarán las heridas de guerra según su gravedad y la atención se dividirá en tres: aquellos que sobrevivirán sin tratamiento, para los que morirían si no tienen tratamiento y para los que incluso con el tratamiento morirían’”, agregó.

Expuso que esto fue lo que llevó a decir que se valoraría a los jóvenes por sobre los adultos mayores y subrayó que no se debe pensar en ese catastrofismo.

“A mí lo que me queda de toda esta discusión es que no hay que colaborar al pánico, que todo lo que digamos en este momento sobre la epidemia debe ser verificado con las autoridades de salud, que no hay que creerle a Thalía por encima de la Secretaría de Saludo o de Hugo López-Gatell”, apuntó.

“Desacreditar a la autoridad sanitaria en un momento de epidemia va a tener consecuencias criminales, por lo tanto los medios de comunicación, los comentaristas, toda la gente que usa redes sociales deberíamos de autocontenernos y verificar la información, estudiar de qué se trata el asunto”, abundó.

A este planteamiento, la periodista Carmen Aristegui puntualizó que en este asunto y en medio de la emergencia sanitaria, no se puede apostar al silencio.

“Los medios, los profesionales y los especialistas tenemos derechos a exponer y sumar voces”, argumentó.

“Se trata de que México tenga un documento preciso, claro y suficiente que involucre elementos éticos y médicos. No se trata de que invoquemos a la tragedia, sino de tener claridad para que cuando se tenga que decidir, se haga con este compendio de decisión”, añadió.

En el mismo tenor, la también periodista Ana Lilia Pérez opinó que “nadie en su sano juicio quiere este escenario catastrofista, pero sí queremos saber si hay una planeación suficiente y precisa con todo este carácter ético que requiere el tema para que los profesionales de la salud sepan qué hacer en caso de que se llegue a ese escenario que nadie quiere llegar a él, pero podría ocurrir”.

Planteó que la posibilidad de estar ante un momento crítico no es algo exclusivo de México pues ya se ha visto que eso ha ocurrido en países que han enfrentado la pandemia en otras condiciones porque sus sistemas de salud son mucho mejores que los de México.

“Este tipo de reflexiones bioéticas siempre son polémicas, pero de necesaria discusión. Es muy sano que ahora se hagan abiertamente a la sociedad porque va más allá de la necesidad de establecer lineamientos para la toma de decisiones por parte del personal de salud. Va más allá porque los usuarios de ese sistema de salud tiene derecho a saber sobre todo cuando lo que está juego es la vida misma que es lo más valioso que se tiene”, expuso.

“El tema tiene que ver con cuestiones no solo de carácter técnico sino también con cuestiones de carácter legal. Me parece tan importante que se establezcan los lineamientos precisos y que el personal de salud tenga ya estos lineamientos una vez que se hayan aprobado”, refirió.




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