Acaba de colgar las botas tras diez años en Lezama. Ainhoa Álvarez (Galdakao, 25-6-1994) deja el fútbol a sus 26 años recién cumplidos porque quiere dedicarse a la enseñanza. Tras siete temporadas en el primer equipo del Athletic y la Liga 2015-16 en su haber, la rojiblanca busca trabajo.
¿Por qué cuelga las botas?
Se ha juntado un poco todo. El hecho de no tener muchos minutos, llevar todo el año preparando las oposiciones para profesado… Debo mirar también a largo plazo y al final el fútbol no me da esa estabilidad que ahora estoy buscando.
¿Acababa contrato el 30 de junio?
Sí, acababa justo este año.
¿No le ofrecieron renovar?
No había hablado con ellos y el día que estuve con Joseba Aguirre le dije mis intenciones y ya está.
¿Ha pensado mucho al respecto durante el confinamiento?
No. Firmé un año más sabiendo ya que este iba a ser mi último año. Desde el principio lo tenía decidido. Me he tomado este año a modo de despedida, de disfrutar de todos los entrenamientos, con otra filosofía.
¿Se va aburrida del fútbol?
No. Me encanta jugar al fútbol, pero no me queda otra. No es igual que los chicos, que en el momento que lo dejan tienen la posibilidad de vivir del fútbol. Llevo desde septiembre preparando las oposiciones que en teoría iban a ser en junio, aunque al final se ha suspendido todo. Tengo ganas de trabajar y ya he empezado a mover hilos, a echar currículums en colegios, ikastolas y demás. A ver si sale algo.
¿Profesora en qué especialidad?
Tendría que ser de secundaria o bachiller y de educación física, que es lo que sé.
¿No se planteó fichar por otro club?
No. Era una decisión de todo o nada porque para ejercer de profesora pierdes el tiempo que el fútbol te quita.
En su caso, diez años en Lezama…
Empecé con 15 y hasta los 26 que acabo de cumplir. Entré como una niña y he crecido como persona, futbolista y deportista. Una Ainhoa renovada, otra persona.
¿Han cambiado mucho las condiciones en Lezama?
Cuando llegué solo había el B y, como muy pronto, podías entrar con 15 años. Ahora se potencia el tema de la cantera desde pequeñas. Las condiciones eran diferentes. Empezamos a entrenar por las tardes, ahora ya es por las mañanas…
Algunas de sus compañeras más veteranas comentan que a ellas el fútbol les costó dinero en su día.
En el B nadie tenía sueldo ni nada y ahora, aunque sea algo, se está viendo que el fútbol femenino crece a pasos agigantados. Me alegro mogollón por las chavalas que están ahora en el C, infantiles y cadetes. Van a tener una progresión de la leche.
¿Pero con lo que ganan ahora en el Athletic no les da para vivir?
Al día, sí; pero en mi caso, siendo profesora, no me veo como futbolista hasta los 35. Si sigues hasta esa edad, luego vas a los colegios sin ninguna experiencia profesional. Por eso he decidido dejarle bastante joven.
¿Cómo le han tratado las lesiones?
He tenido dos roturas de ligamentos cruzados, una en cada rodilla. La primera cuando entré con 15 añitos y la segunda justo después de ganar la Liga.
¿Le han tratado de convencer para que no lo deje?
Algunas ya sabían más o menos que más pronto que tarde iba a tomar esa decisión y me entienden. Al no tener muchos minutos, no disfrutas igual.
Se va con una Liga en su haber.
Algo que pocas pueden decir. Aquel año todo nos salió redondo. Superorgullosa.
Aquella temporada, casualidad o no, fue la que más partidos jugó.
Se lesionaron las que jugaban en mi puesto y y me sentí importante en el sentido de poder aportar también.
De lo que no se libran es del gafe de la Copa.
Ya les he dicho que me inviten a la fiesta de la celebración (entre risas). Me queda la espinita de no poder aprovechar ese posible título.
¿Volverá a ganar el Athletic la Liga?
Con nuestra filosofía, cada año se complica más porque todos los equipos fichan y se mueve el mercado; pero al mismo tiempo estamos reforzando nuestra cantera. Vamos a disputar siempre, eso fijo, los puestos de arriba.
¿Y a partir de ahora, qué?
Deporte voy a hacer seguro porque me encanta correr, bicicleta… Iré a Lezama a ver todos los partidos, seguiré preparando las oposiciones, buscaré un trabajo que me guste, a poder ser de lo mío, y a disfrutar de la vida de otra manera porque a parte del fútbol hay otras cosas que me he perdido durante todos estos años.
Damaris, Maite y Amaiur dejan el Athletic, quizás pensando en su futuro. “Se junta todo. Son unas jugadoras de calidad, ellas decidirán qué les conviene. Si quieren disputar títulos y demás, lo tienen más factible en otros equipos. Me alegro por ellas, que les vaya todo bien, son unas personas y jugadoras 10”, dice
la de Galdakao.
Ainhoa Tirapu también lo deja. “Este es el año que más bajas va a haber. Tendrán que reforzar un poquito el equipo”, apunta Ainhoa.
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