El Athletic femenino arañó en el último suspiro un meritorio empate ante el Levante. Fue a base de fe, de insistencia. Sin embargo, algo no dejó del todo satisfecho a Ángel Villacampa cuando le preguntaron en la rueda de prensa acerca de las sensaciones con las que terminó. “Bastante ambiguas, porque nuestra intención era recortar esa distancia con el Levante. Viendo lo que ha sucedido en el partido y que ha habido momentos en los que no transmitíamos ni conectábamos con todo lo que se pretendía al final, claro, como se ha puesto el partido lo más importante es no distanciarnos de esa cabeza, pero es verdad que pretendemos mucho más de lo que hemos mostrado”.
Así se explicaba el entrenador rojiblanco, que apreció una debilidad de obligada rectificación. “Cuando recibimos el gol, y no lo había apreciado hasta hoy, hubo una sensación como de bajar los brazos. Y eso es lo que tenemos que mejorar, aprender. No pasa nada por recibir un golpe durante un partido. Lo más importante es volverse a rehacer y que queda mucho tiempo por delante. En eso tenemos que ir poniendo soluciones e ir mejorando, porque en ese periodo hemos visto al Levante más cómodo. En la segunda parte no hemos tenido esa claridad. Nos llevamos un premio que al menos nos permite no alejarnos”, asumió.
No hay que bajar los brazos nunca, parece que es un tópico pero es una realidad. Parecía que íbamos a perder tres puntos y hemos recuperado dos
Esta llamada a la superación fue una constante en la alocución del entrenador. “En esa ambición de demostrar que somos cada día mejores es donde tenemos que hacer más hincapié de cara al futuro. No hay que bajar los brazos nunca, parece que es un tópico pero es una realidad. Parecía que íbamos a perder tres puntos y hemos recuperado dos”, resaltó Villacampa, que terminó hablando del difícil calendario que les espera este mes, que debe ser motivo de superación.
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