La eliminación de los Lakers a manos de los Nuggets tuvo un principal culpable. Si la Final de la Conferencia Oeste terminó con un 4-0 para los de Denver fue por culpa de un hombre. Puede que Jamal Murray, Michael Porter Jr. o Aaron Gordon fueran importantes, pero es indudable que Nikola Jokic fue imparable y así quiso reconocerlo LeBron James.
El serbio volvió a dar un recital y fue de tales dimensiones que a la estrella de los Lakers no le quedó otra que, literalmente, quitarse el sombrero ante él y sus Nuggets. “Estábamos hablando en el vestuario y llegamos a la conclusión de que son uno de los mejores equipos al que nos hemos enfrentado en los últimos cuatro años. Tienen inteligencia, tiradores, profundidad de banquillo, son inteligentes… Y claro, un jugador como el Joker. No puedes hacer errores con él, e incluso cuando lo defiendes bien, se pone el balón detrás de la cabeza como Larry Bird y consigue meterla. Lo ha hecho varias veces en esta serie, solamente puedes hacer así *se quita la gorra*”.
La acción a la que James se refiere es ya una marca registrada de Nikola Jokic, que además de conseguir sumar puntos para su equipo, le da un durísimo golpe a la moral de su rival.
Ese tiro no fue más que la guinda a otra actuación histórica del serbio, que terminó con 30 puntos, 14 rebotes y 13 asistencias para liquidar a los Lakers.