Ignasi Miquel está algo sorprendido por lo apretado que está el ascenso directo a falta de que se disputen las tras últimas jornadas. “No recuerdo una Segunda División tan igualada, sobre todo tantos con equipos por los mismos puestos, pero nos veo con mentalidad y una sonrisa en la cara, con ganas tremendas de que llegue el sábado”, sostiene.
Reconoce que en el vestuario se mira la clasificación y están pendientes de los partidos que disputan los rivales directos, aunque también tratan de centrarse en los que les toca afrontar a ellos cada fin de semana. “Llevamos varios partidos con enfrentamientos directos y todos los de arriba miran a los demás, pero llega un momento en el que lo que tenemos que hacer es centrarnos en nosotros. Somos los primeros en jugar, hay que hacer los deberes y meter presión. No pensar en nada más. Si hacemos los deberes, estaremos entre los dos de arriba, pero no podemos recordar ni lo que pasó ni lo que tiene está por venir”, explica el central catalán.
El Granada se va a enfrentar este sábado al Lugo, un equipo en el que ya jugó él con anterioridad y al que le desea lo mejor. “Va a salir adelante tras el descenso. El sábado no se juega nada, pero no vendrá a dar un paseo. Se tiene que sentir incómodo. Las 20.000 personas ayudarán desde la grada. Creo que tiene que ser una cosa conjunta. El equipo que se juega todo es el nuestro y tenemos que generar agobio desde el minuto uno, yendo a por el partido”, manifiesta.