Pablo Hervías (Logroño, 26 años) se reencuentra con la Real el domingo. Guarda afecto al club que le vio crecer, alude sin rencor a su etapa en Donostia, y se expresa con claridad. Es tan espontáneo como en el campo.
¿Cómo va todo por allí?
Bien. El año pasado me rompí el ligamento, pero este año empecé bien la pretemporada, aunque con las típicas molestias posteriores a una lesión de este tipo. Me costó entrar con varias recaídas, me sometí a varios procesos de infiltración y ahora, por fin, no tengo ningún problema, estoy disfrutando del fútbol y encantado.
Ha participado en 6 de las 15 jornadas. ¿Satisfecho?
Sí porque vengo de una lesión de ligamentos. Sólo el que ha tenido una operación de rodilla sabe lo que cuesta ponerse a punto. Llevo dos partidos seguidos como titular e intentaré que el tercero sea el domingo contra la Real.
Lo peor para un futbolista son las lesiones. Esto no admite ninguna duda.
Sí. Yo estaba en mi casa de Logroño y me sentía raro en el sofá mientras el equipo jugaba. Como que no era donde debía de estar. Fuera de sitio. He aprendido a disfrutar de las pequeñas cosas, ahora prácticamente no me quejo de nada.
O sea que ha sido mentalmente fuerte para salir del atolladero.
Muy fuerte. Recuerdo que pensaba en que cada minuto estaba un poco mejor. Gracias a ello no me vine abajo y no me puse triste. También es verdad que me han comentado que la primera lesión siempre es la más llevadera. Espero que sea la única.
¿Qué tipo de club es el Valladolid?
Familiar. Pone muchas facilidades, hay muy buen rollo con los empleados, ‘pierden el culo’ por hacerte todo tipo de favores…
¿Suele hablar con Ronaldo?
Ronaldo es una persona muy especial. Trabaja en Madrid y de vez en cuando viene a Valladolid para ver los entrenamientos, a los partidos viene siempre…, pero es una persona que no le gusta aparecer. Tú puedes contar con él, pero prefiere mantenerse en el segundo plano. Tiene su aquel estar cerca de él por todo lo que ha sido, pero ya casi no te das ni cuneta. La primera vez que le vi sí que me impresionó un poco, luego ya te acostumbras.
¿Qué Valladolid le espera a la Real?
Pues espero que se encuentre un Valladolid ganador (se ríe). Un equipo que sea compacto y sólido. Trabajamos muy bien en defensa, dejamos pocos huecos y tenemos talento para hacer las cosas bien. La Real va a tener un partido muy complicado, no es fácil ganarnos en nuestra casa. Llevamos dos victorias, tres empates y una derrota, contra el Sevilla, que tuvo que sudar mucho. Sabemos que la Real nos hará correr mucho, pero no tenemos ningún problema en bajar al barro.
Usted querrá jugar, claro.
Hombre, por supuesto. Lógicamente, tengo muchas ganas. La Real es el equipo que apostó por mí y que me llevó al fútbol profesional. He vivido muchos años allí y prácticamente todo lo que soy como jugador se lo debo a ellos. Tengo grandes amigos y muchas ganas de verles. Si alguien se merece que le vaya bien a la Real, es Imanol, ya se lo dije por ‘WhatsApp’.
Así que mantiene la comunicación con él.
Sí, a ver, tampoco demasiada porque al final esto es fútbol profesional y hay mucha presión. Sí te puedo decir que el domingo por la mañana estuvimos hablando por el ‘WhatsApp’. Nosotros habíamos jugado el viernes y la Real el sábado. No te voy a decir sobre qué, pero estuvimos hablando.
Qué pena, se lo iba a preguntar ahora mismo.
Es que no te lo puedo decir.
¿Tiene ganas de reivindicarse?
No exactamente. A ver, es que yo creo que coincidí con el peor momento de la Real. Vino David Moyes, que no confiaba mucho en la cantera, y al cabo de los años veía y decía: ‘Si hubiera estado yo en ese momento habría jugado’. Con todos los canteranos que subieron con Garitano e Imanol. No tengo ganas de reivindicarme. Seguí otro camino, he llegado por otro lado y quiero ganar este partido. A partir del domingo, deseo lo mejor a la Real, y más con el cuerpo técnico que tienen.
¿Es más una espina clavada?
Se puede decir que sí. Me habría gustado triunfar en la Real. Han pasado varios años ya y… Aquí en Valladolid estoy muy contento.
Siempre ha creído en sus virtudes para hacer carrera en la Real.
Sí, sí, por supuesto, claro que sí. Hay pocos jugadores de banda específicos, cada día menos, y creía en mí. Cuando me empecé a hacer un hueco, justo echaron a Jagoba, trajeron a Moyes y ya entraba de suplente. Luego ficharon a Bruma y tuve que salir, más tarde vino Eusebio, otro entrenador nuevo y de nuevo a salir… No pude jugar 10 partidos seguidos de titular. No le doy más vueltas.
¿Guarda relación con algún compañero que tuvo en la Real?
Pues mira, a raíz de esta pregunta, hace poco comenté una cosa que a la gente le sentó mal y por la que me criticaron: que parece que ahora la Real ha cambiado de estructura. En vez de apostar tanto por la cantera, ficha más gente de fuera. No lo dije de mala fe. Yo cuando estuve allí, el núcleo era Markel Bergara, Gorka Elustondo, Xabi Prieto, Mikel González, Ansotegi, Vela, Chory Castro… Todos esos ya no están. Sólo quedan Aritz Elustondo y Rubén Pardo, que mira cómo está.
Y Zurutuza.
Ah bueno, también, pero está desaparecido, ¿no?
Ahora mismo, lesionado, pero no juega demasiado. Sólo cuatro partidos.
Ya te digo que últimamente no le veo jugar. Incluso le pregunté a Sandro si seguía en la Real.
También hay cambio generacional y en la plantilla se nota.
Sí, sí, han subido Sangalli y estos y luego está Odegaard, que la está rompiendo, Merino, Willian José, Portu, Isak… Esto en mi época no lo veías. Por eso lo dije, no por otra cosa.
No hay duda de que sigue al equipo.
El otro día vi el Real-Eibar por tres razones. Una: porque es la Real y le tengo simpatía. Dos: porque al Eibar también le tengo cariño. Y tres: porque la Real es mi próximo rival.
¿Y cómo lo ve para el domingo?
Buf, pues vamos a tener que correr. Pero ya sabemos lo que hay. No nos sentimos inferiores a nadie.
¿Usted es el mismo que debutó en Primera o ha cambiado?
Soy mucho más maduro, pero por lo demás soy el mismo: un futbolista vertical de banda natural al que le gusta encarar todo lo que pueda. No me gusta hacer control y pase, sino cosas diferentes. Pero bueno, en el fútbol no hay memoria: si un jugador de banda la mete por la escuadra es buenísimo. Si luego se va de tres y la falla, es un chupón.
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